El Gobierno de Japón, a través de su agencia de cooperación para el desarrollo JICA, concedió un préstamo a Bolivia por valor de 613 millones de dólares para construir una planta generadora de energía geotérmica en la región andina de Potosí (suroeste).
El préstamo se concretó mediante la firma de notas reversales entre ambos Gobiernos en un acto en La Paz encabezado por el canciller boliviano, David Choquehuanca; el ministro de Planificación del Desarrollo, René Orellana, y la embajadora de Japón en Bolivia, Kyoko Koga.
El crédito financiará la construcción de la segunda fase de la planta geotérmica Laguna Colorada, ubicada en la reserva natural Eduardo Abaroa, cerca de la frontera con Chile.
Choquehuanca agradeció a Japón por su cooperación "no condicionada" que apoya las estrategias del Ejecutivo boliviano para convertir al país en el "corazón energético de Suramérica".
Destacó las buenas condiciones del préstamo, que tiene 40 años de plazo para su devolución, una tasa de interés del 0,3 % y un periodo de gracia de 9 años.
Koga valoró que la concesión del préstamo "marca otro hito más en las siempre crecientes buenas relaciones entre Japón y Bolivia" y es un ejemplo de la confianza del Gobierno nipón en el país andino, ya que es el préstamo de mayor cuantía que concede en Suramérica.
La diplomática resaltó que la planta será la geotérmica ubicada a mayor altura de todo el mundo, ya que estará emplazada a 4.850 metros sobre el nivel del mar.
Se prevé que la planta produzca 100 megavatios de electricidad.
La embajadora japonesa también deseó que el proyecto "contribuya a los esfuerzos del Gobierno de Bolivia para consolidarse como centro energético de la región".
Con información de EFE