El director de la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASPB), David Sánchez, confirmó la voluntad de pagar la deuda arancelaria con la administración privada del puerto chileno de Arica, pero sin los gravámenes anunciados.
A partir de junio se incrementó arbitrariamente en un 10,7 por ciento el despacho de la mercancía boliviana. La ASPB ha manifestado su interés de cancelar esas facturas, pero sin el incremento, aseveró Sánchez en diálogo con los medios.
Según el funcionario, el adeudo asciende a ocho millones de dólares al año, lo que demuestra que el servicio no es gratuito y menos soberano, como aseveran autoridades de la nación vecina.
En su opinión, el diferendo por las tarifas adicionales impuestas al traslado de carga boliviana por las radas chilenas debe resolverse de forma integral y consensuada entre ambos gobiernos.
Agregó que ello debe hacerse sobre la base del Tratado de Paz y Unidad de 1904, que trató de zanjar las disputas tras la Guerra del Pacífico (1879-1884) cuando una invasión chilena arrebató a Bolivia unos 400 kilómetros de costas con soberanía al océano Pacífico.
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Sánchez recordó que el Estado boliviano propuso acudir a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) como instancias técnicas multilaterales para resolver temas como las tarifas, nuevos servicios, infraestructura y homologación de pagos por transporte de carga.
De manera reiterada, La Paz ha propuesto a las autoridades de Santiago sentarse a dialogar para resolver las denuncias de malos tratos y falta de condiciones criticadas por los transportistas, corroboradas semanas atrás por una comisión gubernamental que visitó los puertos de Arica y Antofagasta.
Arica ha llegado al tope de su capacidad, mientras el comercio boliviano sigue creciendo. Por eso el presidente Evo Morales propuso invertir para mejorar las condiciones en esos lugares, pero lamentablemente no hay respuesta favorable por parte del país vecino, acotó.
Chile justifica el alza de tarifas con el argumento del alza del petróleo a más de 40 dólares, -costo sin embargo inferior al de 2012 cuando el barril se cotizaba en más de 80 dólares- y al incremento de la mano de obra, analizó el directivo. Por ello, aseveró, dichos argumentos no son válidos ni sustentables.
Con información de El País