Centenares de personas bloquearon las principales carreteras de Brasil y el acceso a las mayores ciudades de país con motivo de la huelga general convocada para protestar contra las reformas que impulsa el Gobierno del presidente, Michel Temer.
Las protestas se registraron, desde primera hora de la mañana, en Sao Paulo, Río de Janeiro, la capital Brasilia, Salvador, Belo Horizonte, Curitiba, Porto Alegre, Natal o Goiania, entre otras, según las respectivas policías militarizadas.
En Sao Paulo, la mayor ciudad del país, los huelguistas bloquearon la carretera que da acceso al aeropuerto de Cumbica, situado en el municipio de Guarulhos y el de mayor movimiento de todo el país, aunque por el momento no se ha cancelado ningún vuelo.
También en el estado de Sao Paulo, decenas de personas hicieron barricadas con fuego en la carretera Anchieta, en el término municipal de Sao Bernardo do Campo, en sentido a la capital regional, provocando grandes colas.
Otros manifestantes cortaron una de las avenidas de acceso a la ciudad de Santos, en el litoral de Sao Paulo, con carteles y pancartas en contra del Gobierno.
En Río de Janeiro, grupos de personas bloquearon varios puntos estratégicos de entrada y salida de la ciudad, como la Línea Vermelha o la Avenida Brasil, provocando colas de hasta 50 kilómetros.
Los huelguistas también bloquearon el acceso al aeropuerto internacional de Río de Janeiro y colgaron pancartas de protesta en el interior del aeropuerto doméstico Santos Dumont.
En Brasilia, a primera hora de esta mañana no funcionaban ni los autobuses ni el metro debido a que los trabajadores de ambos sectores de sumaron a las protestas.
Agentes de la Fuerza Nacional, un cuerpo policial de elite, reforzaron desde primera hora de la mañana la Explanada de los Ministerios, donde se concentran la mayoría de edificios gubernamentales y donde se registraron violentos enfrentamientos en anteriores manifestaciones.
En Salvador, capital regional de Bahía (nordeste), autobuses y trenes tuvieron el servicio suspendido, mientras que en Belo Horizonte (capital regional de Minas Gerais), quedó suspendido el servicio de metro.
En otras capitales como Vitória (Espirito Santo, sudeste), Florianópolis (Santa Catarina, sur) se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Militarizada, que usó bombas de gases lacrimógenos en ambas ciudades para dispersar los bloqueos en importantes vías de acceso.
La huelga general ha sido convocada por las principales centrales sindicales de Brasil para protestar contra las reformas laboral y de jubilaciones propuestas por el Gobierno de Temer.
Se trata de la segunda huelga general en apenas dos meses en contra de la actual Administración, tras la protagonizada el 28 de abril, la primera en 20 años, y que terminó con violentos enfrentamientos en varias ciudades.
Algunos sindicatos también reclaman la renuncia del presidente brasileño, quien esta semana fue denunciado por la Fiscalía por el delito de corrupción pasiva tras la confesión realizada por uno de los dueños del grupo JBS, que le acusó de recibir sobornos desde 2010.
En la hoja de ruta de la huelga prevista para hoy también está la alerta contra el desempleo, que supera el 13 %, con cerca de 14 millones de personas sin trabajo en Brasil, la mayor economía de Suramérica.
Dos de las tres mayores centrales sindicales del país, la Força Sindical y la Unión General de los Trabajadores (UGT), admitieron sin embargo que la huelga de hoy tendrá menos incidencia que la del pasado 28 de abril, debido, principalmente, a la menor adhesión que se espera por parte de los trabajadores del sector de transportes.