Por una parte, dos de cada tres estadounidenses piensa que Trump no está calificado para dirigir al país y que están preocupados por la idea de él como Presidente; mientras la mitad de los estadounidenses encuestados, también están preocupados por la posibilidad de una Presidencia de Clinton.
Clinton y Trump confirmaron en las primarias del último supermartes (el 7 de junio) que tienen asegurada la nominación de sus respectivos partidos. Entre ellos: la creencia de que la globalización está causando perjuicios a la clase obrera y que el aumento de la inmigración está cambiando el carácter del país.
Eric, el hijo de Trump, quien supervisó la renovación del campo de golf Trump Turnberry durante dos años, desestimó esas preocupaciones diciendo que "los ojos del mundo" estarán en su padre durante la visita de dos días a Escocia que realizará su padre a partir del viernes.
"A la gente le gusta tener fronteras definidas".
El político y empresario estadounidense pisó suelo escocés poco después de que el primer ministro británico, David Cameron, comunicara su decisión de dimitir, tras confirmarse la victoria en el referéndum del jueves de los partidarios de abandonar el bloque comunitario, opción que obtuvo un 52 % de los votos frente al 48 %.
Clinton, quien disertó ante la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, no mencionó a Trump por su nombre pero sostuvo que Estados Unidos debe ser gobernado "por quienes ponen el interés del pueblo estadounidense por delante de sus intereses de negocios personales".
Su intención de voto puede influir sobre sus simpatizantes opuestos a Clinton.
"Donald Trump apoyó activamente este resultado y apoya la turbulencia económica que trae consigo", afirmó Jake Sullivan, asesor político senior de Clinton.
"Se trata de un balde de agua fría lanzado en este momento a la cara de los demócratas", declaró Ron Kirk, el exalcalde demócrata de Dallas y representante comercial del presidente Barack Obama.
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