Mientras Beirut intenta seguir adelante tras las potentes explosiones que destruyeron la mitad de la ciudad, e Líbano profundiza sus grietas. No es para menos, después de la respuesta de los ciudadanos, que indignados exigen cuentas.
El Político
Mientras, en las calles de Beirut, la rabia y la indignación ciudadanas alimentan las protestas violentas, después de que ayer los manifestantes asaltaran las sedes de varios ministerios y se enfrentaran con la Policía, con un saldo de 250 heridos y un agente fallecido.
De nuevo las fuerzas de seguridad y los manifestantes se arrojaron gases lacrimógenos, piedras y material incendiario en los alrededores del Parlamento, en el centro de la capital libanesa.
El presidente de Líbano, Michel Aoun, señaló que arias autoridades portuarias están en arresto domiciliario mientras se realiza la investigación, pero el pueblo quiere juicios rápidos y prisión para los culpables.
"Tenemos que dejar a los expertos que determinen las razones", agregó.
Donde se encontraba el puerto de Beirut ahora hay un enorme cráter.
Otra incógnita clave está en qué es lo que hizo que el material prendiera.
El presidente Aoun decretó tres días de luto y anunció un fondo de emergencia por valor de unos US$66 millones. Varios institutos crediticios han ofrecido apoyo económico pero condicionado a que se tomen medidas de fondo que permitan los cambios indispensables para que Líbano supere la crisis, agravada por la explosión, el hambre y el Covid-19
Las autoridades prometieron que los responsables de la gran explosión van a "pagar el precio" y que esta catástrofe "no pasará sin responsabilidades".
Un historial de conflictos
En un país como Líbano, que ha vivido una larga guerra civil (1975-1990) y que se encuentra en una región de numerosos conflictos, no es extraño que una explosión como la del martes se asocie rápidamente con un ataque intencionado.
Mientras grupos de rescate de España, Holanda, Chipre, Polonia, Alemania, Grecia, República Checa y Catar encontraron supervivientes en las zonas que les habían sido asignadas ahora los países ponen condiciones para otorgar créditos que ayudarían a combatir el hambre terrible que sufre el pueblo libanés
Los turcos, franceses y rusos siguen apoyando a los equipos libaneses en la recuperación de las zonas afectadas y esto no es casual pues tienen intereses concretos y forman parte tanto de la solución como de los problemas.
Mientras tanto Lïbano acoge a miles de refugiados, sobre todo sirios, víctimas de los horrores del medio oriente. Más de 1,2 millones de refugiados sirios se han instalado en el Líbano huyendo de la violencia. Las escuelas libanesas funcionan con turnos de mañana y tarde para ofrecer educación a los niños refugiados; los hospitales se encuentran al límite de su capacidad y los servicios como el agua y la electricidad -deficitarios en un país que desde hace décadas sufre cortes diarios de varias horas- están colapsados.
Las agencias humanitarias del sistema de Naciones Unidas y las ONG internacionales luchan cada día por prestarles asistencia, pero la escasez de fondos y la insuficiente solidaridad internacional hacen que los desplazados se encuentren sin apenas recursos para sobrevivir en su exilio forzoso.
Ayudas con condiciones
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a las autoridades del Líbano efectuar una investigación independiente, en la apertura de la videoconferencia internacional de apoyo a Beirut y a la población libanesa organizada por París junto a Naciones Unidas para movilizar y gestionar la ayuda al país de los cedros.
"Este ofrecimiento de ayuda incluye igualmente un apoyo a una investigación imparcial, creíble e independiente sobre las causas de la catástrofe. Es una petición fuerte y legítima del pueblo libanés. Es una cuestión de confianza. Los medios están disponibles y deben ser movilizados", dijo.
En la videoconferencia se han comprometido a movilizar 252,7 millones de euros en ayuda de urgencia para la población del Líbano, según informó el Elíseo.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, participó en la cita de forma telemática y condicionó la ayuda al Líbano a que las autoridades acometan una serie de reformas que el organismo lleva meses exigiendo.
“El compromiso con estas reformas liberará miles de millones de dólares en beneficio del pueblo libanés. Este es el momento para que los políticos actúen de forma decisiva. Estamos listos para ayudar”, afirmó.
Todos los caminos apuntan a un rápido proceso electoral, que permita destrabar la crisis, o de lo contrario se profundizarán las grietas y la tragedia.
Foto, cortesía
Con información de:. elmundo, bbc.
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