La basura espacial, que no supone un riesgo considerable de contaminación para el planeta Tierra, ahora es vista como una amenaza desde la óptica del turismo espacial. Una naciente industria que podría verse seriamente afectada por esta chatarra que flota en el espacio.
El Político
La basura espacial siempre ha generado cierta preocupación. Pero ahora existe el temor latente de una colisión entre un vuelo espacial turístico con los desechos provenientes de las misiones espaciales.
Preocupa que la «basura espacial» pudiera convertirse en un problema sin control – Reporteros en Movimiento https://t.co/E4ThNRZLvR via @reporterosenmovimiento
— Todos Con México (@TodosConMx) February 21, 2022
Más de setecientas mil piezas de diferente procedencia orbitan alrededor de nuestro planeta. La mayoría tiene apenas unos centímetros de diámetro.
Según datos aportados por la NASA, actualmente alrededor de nuestro planeta hay más de 20.000 fragmentos de residuos que son de un tamaño mayor al de una pelota de béisbol.
Pero su potencial destructivo es real. Al chocar con un satélite en funcionamiento, simplemente lo pueden dejar inoperativo. También hay depósitos de combustible, parte de cohetes y satélites en desuso flotando.
Algunos de estos despojos espaciales son atraídos por la gravedad del planeta, pero son incinerados por la extrema fricción que ejerce la atmósfera en el reingreso. Solo unos pocos fragmentos logran llegar a la tierra propiamente dicha.
Incidentes
En enero de 1995, en Tulsa, Oklahoma, a eso de las 7 de la mañana, una mujer llamada Lottie Williams fue golpeada en el hombro por una pieza de chatarra espacial, pero no resultó herida. Hasta donde se tiene registro ella es la única persona golpeada por basura espacial.
En julio de 1979, a la media noche, una vaca fue alcanzada por un trozo de chatarra espacial, matándola de inmediato. El suceso ocurrió en el occidente de Australia.
Se han encontrado muchos desechos espaciales en nuestro planeta. Pero afortunadamente no han sido causantes de daños materiales o tragedias que lamentar.
Preocupación española
La empresa multinacional de ingeniería catalana GMV, es referencia mundial en el estudio, monitorización y prevención de la proliferación de la chatarra espacial, está preocupada por el tema del incremento de la basura espacial.
Junto a otros conglomerados, GMV, han presentado la iniciativa internacional "Net Zero Space".
Se trata de una plataforma que involucra a actores de cualquier misión espacial. Estamos hablando de lanzadores de satélites, fabricantes, operadores, organizaciones de la sociedad civil, investigadora y académica, agencias espaciales y actores públicos de todo el mundo.
Esta coalición exhorta a abordar de forma "urgente y consensuada" el tema de la contaminación orbital creciente. Piden, de cara a 2030, acciones urgentes y concretas para reducir este problema.
Además, la firma GMV empezó hace veinte años a trabajar con la Agencia Espacial Europea – ESA, en actividades de catalogación de objetos y evasión de colisiones en órbita.
¿Dónde está la basura espacial?
La zona orbital donde más se ha acumulado la basura es en las órbitas bajas y geoestacionarias, que son las más interesantes para ser utilizadas y explotadas, desde el punto de vista del turismo espacial.
Según GMV, se estima que hay más de un millón de objetos de tamaño superior a 1 centímetro capaces de provocar daños potenciales de diferente índole. Y la cantidad aumenta peligrosamente.
Adicionalmente, en 2009, la ESA arrancó un programa para el desarrollo de tecnología para hacer seguimiento de la basura espacial.
Desde entonces, GMV ha participado en más de treinta proyectos. La ingeniería GMV también opera desde 2017 a Focusoc, un centro de operaciones que proporciona servicios de seguridad de vuelo.