Si los demócratas ganan las elecciones y logran mayoría parlamentaria, impulsarán una reforma para aumentar el numero de magistrados en el tribunal supremo de justicia, y de este modo eliminar la supremacía republicana consolidada con la incorporación de la juez Barret.
El Político
El propio Joe Biden declaró que no está muy seguro de gustarle esa idea, la cual luce bastante improbable.
"Cuando Roosevelt propuso en 1937 ampliar el tamaño de la Corte para contar con magistrados que fueran más empáticos con el New Deal, entonces dos de los jueces que solían ponerse del lado de los conservadores cambiaron de postura y empezaron a aprobar unas leyes que hasta ese momento se creía que no apoyarían", explica Russell Wheeler, investigador principal sobre estudios gubernamentales del Brookings Institution, un centro de investigación con sede en Washington.
"El cambio a tiempo que salvó a nueve"
En la historia judicial de Estados Unidos ese episodio es conocido como the switch in time that saved nine y fue interpretado como una jugada de los magistrados para proteger la integridad y la independencia de la Corte, haciendo innecesaria la ampliación hasta 15 magistrados planteada por Roosevelt.
Un designación sin apoyo demócrata
El ascenso de Amy Coney Barrett a la Corte Suprema ha sido la más conflictiva y politizada designación para un juez en la historia moderna de Estados Unidos y la primera vez desde 1869 que se confirmó a un juez sin un solo voto del partido contrario.
Los clamores para cuestionar su incorporación todavía se perciben en los medios de comunicación, en las redes sociales y en el mundo político, pues Barret asegura una mayoría conservadora de 6-3 que se espera que amplíe los derechos de uso de las armas y permita nuevas restricciones al aborto.
Barnett fue juramentada por el presidente del Tribunal Supremo John G. Roberts Jr. en una ceremonia privada en la Corte Suprema, después de que el Senado votara 52-48 para confirmarla y ella prestó juramento constitucional en la Casa Blanca el lunes.
La magistrada se juramentó este martes como la jueza asociada número 103 del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Con 48 años, Barret hizo su juramento ante el presidente del Supremo, el juez John Roberts, en una ceremonia privada a la que también asistió su esposo, Jesse Barrett, quien sostuvo la Biblia en la que ella posó su mano izquierda.
La católica satanizada
De amplia experiencia, y una trayectoria impecable, los ataques se dirigieron hacia sus creencias religiosas, se satanizó por todo lo contrario, por ser católica, y se esgrimieron alarmas como que podría votar por la eliminación del aborto.
Con la esperanza de impulsar a los votantes antes de las elecciones de la próxima semana, los senadores republicanos impulsaron la nominación a un ritmo sin igual en 45 años, ya que millones de estadounidenses emitieron sus votos anticipadamente. Pero con la confirmación de Barrett cuatro años después de que los republicanos se negaran a considerar al candidato del presidente Obama, el juez Merrick Garland, durante un año electoral, los demócratas predijeron una reacción violenta por lo que consideraban un segundo escaño en la Corte Suprema arrebatado por los republicanos.
.bbc, http://es.noticias, redacción El Político
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