La Fiscalía chilena acusó a una banda de gitanos, integrada por chilenos y colombianos, de vender 126 nacionalidades de manera fraudulenta, a extranjeros ilegales que se encuentran en el país.
Maryann H. León / El Político
La mañana de este lunes, la acusación fue formalizada en la Fiscalía Regional de O’Higgins por los delitos de falsificación de instrumento público, perjurio y asociación ilícita con distintos niveles de participación.
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Para los líderes de la banda, los chilenos Ana California (47) y su pareja Juan García (47), la Fiscalía determinó prisión preventiva por la falsificación de identidad. La misma medida se tomó para los otros cuatro gitanos -cabecillas de la agrupación- que eran captadores y testigos falsos.
En el caso de los cinco colombianos involucrados en los delitos se decretó el arraigo nacional y firma mensual.
La investigación y posterior detención del grupo conformado por 11 personas inició tras el homicidio de un ciudadano dominicano en el centro de Santiago, identificado como Emilio Estevanovic, que tenía identidad y documentos chilenos, pero que no coincidían con sus características físicas.
Los inmigrantes ilegales pagaban tres mil dólares a la banda criminal -unos dos millones en pesos chilenos- para ser inscritos en el Registro Civil, dónde tenían que simular ser gitanos y no hablar, además de ser acompañados por testigos falsos. Tras este trámite, los extranjeros recibían una cédula de identidad y pasaporte chileno.
Con información de Emol