Los dos bancos que asocian a Irán con Venezuela y han sido sancionados hoy por el Departamento de Estado, fueron inaugurados en Teherán por el Presidente Hugo Chávez durante la administración de su amigo, Mahmoud Ahmadinejad.
En la apertura del Banco Binacional Irán-Venezuela, Chávez dijo que significaba “la creación de un nuevo mundo”, y ordenó que Venezuela aportara como capital inicial la suma cien millones de dólares. Este banco, que mantiene oficinas en Tosee Building Ground Floor, Bokharest Street 44-46, Teherán, Irán, tiene a cuatro venezolanos en su directiva, quienes también han sido sancionados hoy: Rolando José Santos Colmenter (Vicepresidente),Ernesto Salvador Porras Adarmes, Antonio José Martínez López y Melissa Coromoto Nafal Herrera. Sobre ellos se conoce muy poco, a excepción de Roberto Santos Colmenter, un economista de bajo perfil que ha tenido diversos cargos en el Gobierno chavista, tanto en el área de las finanzas como en industria y comercio.
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Sobre la segunda entidad sancionada, el Banco Internacional de Desarrollo C.A. (una empresa conjunta entre el Banco Industrial de Venezuela y el Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán, EDBI), no cuenta siquiera con una portal web para sus clientes, aunque sí unas oficinas en la urbanización El Rosal. Es una subsidiaria autónoma del Banco de Desarrollo de Exportación de Irán (EDBI) que comenzó a operar en enero de 2008 y dice ofrecer ” productos y servicios financieros al servicio de compañías iraníes y venezolanas para fortalecer las relaciones económicas entre ambos países”.
Pero según el portal Iran Watch, este banco “ha participado en actividades sensibles a la proliferación de armas en Irán…”. Y de acuerdo a una publicación de Bloomberg, Irán y Venezuela “establecieron en Caracas el Banco Internacional de Desarrollo, que junto a su principal accionista iraní, el Bank Saderat, está acusado por los Estados Unidos de ser un vehículo para la financiación del grupo terrorista de Oriente Medio, Hezbollah”.
Igualmente sostienen que este banco ha procesado la transferencia de fondos en nombre del banco iraní y fue utilizado para financiar actividades de exportación y recibir transferencias de millones de dólares del Banco de Kunlun de China. De hecho, la única noticia que publican en su portal y que corresponde al año 2016, es la visita de ejecutivos del banco Kunlun a las oficinas del banco iraní.
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Los nombres de las dos entidades se anexaron a la Orden Ejecutiva 13224 firmada por el expresidente George Bush en 2001. documento que fue hecho “para evitar el financiamiento al terrorismo y permite bloquear los bienes y propiedades de cualquier sancionado, restringiendo además cualquier operación financiera con ellos y permitiendo a las autoridades iniciar una investigación penal en su contra".
Fuente: El Cooperante