Los bancos centrales comienzan a cerrar el grifo de la liquidez con el que han regado los mercados mundiales desde que comenzó la pandemia.
El Político.-
Y los inversores ya están reaccionando, adoptando una actitud más defensiva con la renta variable.
Esto se traduce en apostar por valores de calidad y que estén más asociados al ciclo económico, como los bancos, en detrimento de las acciones de crecimiento, asociadas sobre todo al mundo de la tecnología.
Acciones de la Fed
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció un importante cambio de sesgo en su política monetaria, donde la liquidez ocupa un lugar importante.
El organismo dejará de comprar bonos y activos hipotecarios en el mercado en el mes de marzo y se plantea ya tres subidas de tipos el próximo año para contener la inflación.
Aunque todavía no comenzará a reducir el tamaño de su balance, que ha crecido hasta 8,6 billones de dólares, su postura ha pasado a ser más agresiva para contener la inflación.
Los analistas de Morgan Stanley consideran que habrá un ajuste de valoración y una corrección del mercado en los próximos meses para reflejar este menor apoyo de la Fed.
Liquidez en Europa y Asia
Algo que también va a suceder, aunque en menor medida, en otros grandes mercados desarrollados. El Banco de Inglaterra subió ligeramente los tipos este jueves para contener la inflación, mientras el Banco Central Europeo y el Banco de Japón confirmaron que terminarán sus compras de activos para mitigar los efectos de la pandemia en el mes de marzo.
Christine Lagarde señaló que "es muy improbable" que el BCE suba tipos en 2022, pero los inversores deben adaptarse a un mercado con menor apoyo monetario de los bancos centrales.
Por su parte, el afamado gestor Paul Singer, fundador del fondo Elliott Investment Management, ha avisado a los inversores sobre el excesivo riesgo que están corriendo actualmente en los mercados y la liquidez.
"Los riesgos se encuentran en, o cerca de, los niveles más altos en la historia del mercado", ha comentado recientemente.
En su opinión, "la capacidad de los gobiernos para proteger los precios de los activos de otra recesión nunca ha estado más limitada" debido a la subida de la inflación, que ha llevado "al límite" la capacidad de las autoridades "para respaldar el precio de los activos".
Aunque no todos los expertos son pesimistas. JP Morgan afirma que "hay que seguir siendo alcista en 2022" debido a que el crecimiento económico continuará el próximo año, los precios de la energía han tocado máximos, la inflación se reducirá a lo largo del ejercicio y el apoyo de los bancos centrales será menos necesario.
¿Liquidez y pandemia?
Su previsión es que el impacto de la pandemia sea cada vez menor, lo que aliviará los cuellos de botella en las cadenas de suministro.
Según su valoración, aunque los múltiplos de la renta variable han subido en términos absolutos en comparación con los anteriores a la crisis del Covid-19, el valor relativo de la renta variable frente a la fija "sigue siendo claro".
Desde Goldman Sachs, otra ‘mano fuerte’ del mercado, anticipan que el próximo año será "menos impresionante" en las bolsas, ya que se pasará "del sprint a la maratón".
Según sus previsiones, después de tres ejercicios con retornos superiores al 20% en Wall Street, la rentabilidad de la bolsa americana el próximo año se reducirá por debajo del 10%.
Por tanto, habrá que ser más selectivo en la elección de valores, teniendo en cuenta que pueden producirse episodios de volatilidad y que todavía está pendiente una corrección destacada en los mercados tras las fuertes ganancias acumuladas desde que comenzó la pandemia.