El Banco de España elevó una décima, hasta el 3,2 %, su previsión de crecimiento económico para 2016, en tanto que la de 2017 la subió dos décimas, hasta el 2,5 %, de acuerdo con la actualización de sus proyecciones macroeconómicas publicada hoy.
Respecto al déficit público, la entidad prevé que este año se sitúe en el 4,4 % del PIB, con lo que se cumpliría holgadamente con el objetivo fijado por Bruselas en el 4,6 % del PIB.
Para 2017 calcula que el déficit bajará hasta el 3,6 % del PIB, pero avisa de que esta previsión no tiene en cuenta las medidas aprobadas por el Gobierno el pasado 2 de diciembre para asegurar unos ingresos tributarios suficientes para cumplir con el 3,1 % del PIB comprometido.
Las previsiones abarcan también 2018 y 2019, años para los que augura un crecimiento del 2,1 y el 2 %, respectivamente, lo que supone la prolongación de la fase de expansión de la economía durante los próximos tres años, aunque frenará el ritmo de avance a partir de 2017.
Asimismo, el Banco de España revisó a la baja la tasa de desempleo para 2016 y 2017 en dos y seis décimas, respectivamente, hasta el 19,6 % y el 17,7 %.
El desempleo es uno de los principales problemas de la economía española y llegó a alcanzar el 26 % de la población activa en el momento de la crisis.
El crecimiento de la economía se va a seguir sustentando en el consumo interno, mientras que la contribución de la demanda exterior continuará siendo positiva pero decreciente a lo largo del periodo de proyección, según la entidad.
El Banco de España contempla riesgos procedentes del exterior por la incertidumbre que despierta Estados Unidos y las diversas citas electorales en países del euro, así como la negociación pendiente para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
En política interna, destaca las medidas de ajuste presupuestario del nuevo gobierno, que la entidad considera una prioridad para mitigar las vulnerabilidades de la economía española, aunque reconoce incertidumbre en la agenda de reformas estructurales, necesarias para aumentar la productividad y dinamizar los mercados.
Con información de EFE