Las encuestas volvieron a equivocarse y esta vez sucedió en las elecciones en Brasil. Luiz Inácio Lula da Silva no tuvo jamás 15 puntos de diferencia con el actual mandatario Jair Bolsonaro, e irán a un segunda vuelta electoral o balotaje en cuatro semanas.
Mario Beroes/El Político
Al no obtener ninguno de los candidatos el 50 % de los votos en dicho proceso electoral, tal y como lo exige el sistema electoral brasileño hay que efectuar un balotaje o segunda vuelta. El nuevo escrutinio se hará el domingo 30 de octubre.
Lula, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), y quien ya había gobernado Brasil, quedó de primero en la totalización con 54.887.668 votos, lo que representa el 47,85 %.
Bolsonaro, quien aspira a repetir un nuevo mandato por el PL, obtuvo 50.117.086 votos lo que se traduce en el 43,70 %.
De acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE), más de 156 millones de brasileños estaban habilitados para votar.
Lula da Silva votó en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, donde inició su carrera política, y manifestó que el país necesita “recuperar el derecho de ser feliz”.
Bolsonaro acudió a votar en un colegio electoral en la Villa Militar de Río de Janeiro, vestido con una camiseta deportiva amarilla con el cuello verde y la bandera nacional estampada en el pecho.
¿Alianzas?
Lejos, muy lejos quedaron Simone Tebet (MDB) con un 4,23% y Ciro Gomes (PDT), 3,06%. Sin embargo, no se descarta que Lula y Bolsonaro inicien, si es que desde ayer no lo han hecho, conversaciones con el fin de migrar estos votos a sus candidaturas.
Más con una diferencia tan estrecha de apenas 4 puntos porcentuales. De ahí que se espere una segunda vuelta o balotaje "a muerte."