La presidenta chilena, Michelle Bachelet, abordó el lunes en Puerto Príncipe con su homólogo Jovenel Moise la crisis mirgratoria en Latinoamérica por la llegada de miles de jóvenes haitianos, que migran ilegalmente para huir de los endémicos problemas económicos.
Redacción El Político
"Hay muchos haitianos en Chile, por lo que hemos firmado un acuerdo para homologar sus estudios", explicó Moise tras la reunión bilateral, en la que los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países pactaron reconocer la formación primaria y secundaria de los haitianos, reseña AFP.
"Son unos 60.000 y vamos a ver lo que podemos hacer para darles papeles legales", apuntó.
Más allá de la crisis migratoria, la visita de Bachelet coincide con la organización en los países latinoamericanos para retirar sus cascos azules de la MINUSTAH, la misión de la ONU desplegada en Haití en 2004.
Después de que Estados Unidos anunciara un drástico recorte de la ayuda económica que destina a Naciones Unidas, el secretario general de la organización propuso sacar a los 2.370 soldados destacados en el país y poner fin a la MINUSTAH en octubre.
La ONU prevé que 300 de los 1.000 policías internacionales desplegados permanecerán en sus puestos.
Chile tiene en Haití una decena de agentes y 340 soldados, además de varios helicópteros.
"Hemos pedido una cooperación bilateral para que Chile pueda dejar algunos equipos a nuestros militares y formar igualmente a jóvenes (soldados), tal y como hizo Ecuador", explicó el presidente del Senado, Youri Latortue.