En la clandestinidad deben trabajar las organizaciones que buscan ayudar a los venezolanos que duermen en las calles de Cúcuta. ¿La razón? La Alcaldía del departamento Norte de Santander califica como un delito, que se sanciona con multa, la asistencia a las personas que se encuentran allí huyendo de la crisis que atraviesa Venezuela.
Por Tahiana González/ El Nacional
La ONG Venezolanos en Cúcuta decide asumir el reto de auxiliar diariamente a los venezolanos a pesar de las trabas que imponen las autoridades.
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“Responsablemente lo digo, la Alcaldía no nos quiere. Lamentablemente el gobernante (César Omar Rojas) no tiene la capacidad de resolver sino de desalojar y eso no va a ser una solución. El éxodo es masivo y aunque cierren la frontera con un muro, los venezolanos de manera desesperada aún van a pasar”, expresó Eduardo Espinel, coordinador de la ONG, en exclusiva para El Nacional Web.
Relató que la vida de los venezolanos en Cúcuta es difícil. Al llegar la noche los inmigrantes se reúnen para dormir en plazas y parques de la ciudad. Sin embargo, no pueden descansar porque deben estar alertas de las autoridades de migración, quienes los desalojan de las áreas públicas porque es ilegal la pernocta.
“Los que viven en las plazas corren de un lado a otro porque migración los corretea. Nos hemos sentado con migración y ellos dicen que no hay más solución que acatar las órdenes de su alto mando. Ellos no entienden por qué los venezolanos duermen en las calles”, dijo Espinel, quien explicó que la multa por dar alimento a los ciudadanos en la calle es de 700.000 pesos.
La mayoría de los extranjeros prefiere ahorrar el dinero del hospedaje porque una noche en un hotel podría costar la mitad de lo que ganan diariamente.
“Tratan de reunir 10.000 pesos diarios limpiando vidrios o vendiendo chucherías. En un pequeño hotel cobran 5.000 pesos de estadía, por lo que les quedarían 5.000 pesos para enviar a sus familiares en Venezuela. Por eso duermen en las calles, para poder mandar el dinero completo y ahorran para mantenerse con sus tres comidas al día siguiente”, detalló.
Admitió que en la ciudad se ha radicado un grupo de venezolanos que ha cometido delitos, por lo que pidió a las autoridades colombianas que les apliquen las leyes que correspondan.
“Por unos cuantos no vamos a pagar todos”, resaltó.
Detalló que los venezolanos que llegan a Cúcuta presentan “síntomas de guerra”. “Nuestros hermanos están llegando de una manera inhumana, están desnutridos. Niños que no tienen ni la primera vacuna”, agregó.
El coordinador de la ONG Venezolanos en Cúcuta también reveló que la xenofobia es un acto que se observa a diario en la ciudad. Relató que un grupo de colombianos se ha dedicado a difundir “de manera irresponsable” panfletos en contra de los venezolanos.
“Cúcuta posee la tasa más alta de desempleo en el país. 70% de su empleo es informal, es por ello que los venezolanos en su desesperación aceptan empleos y optan por recibir pagos de hasta el 30% de lo que recibe un colombiano. A los empresarios se les hace muy atractivo emplear a venezolanos. Como respuesta hay colombianos que optan por hacer actos xenofóbicos”, afirmó.
Los venezolanos siguen enfrentando dificultades aún después de que abandonaron el país. Mantienen la esperanza de mejorar su calidad de vida a pesar de que la población flotante supera los 90.000 ciudadanos. Algunos optan por trabajar durante determinado lapso para luego emigrar a otros países como Ecuador, Perú, Chile o Argentina, pero mientras viven en Colombia deben lidiar con las consecuencias de la crisis de una nación que dejaron en el pasado.