Estados Unidos cuenta con una nueva arma, diseñada para que las defensas aéreas enemigas crean que hay aviones donde en realidad no existen.
El Político
Ni su próximo caza de combate ni nuevos bombarderos invisibles. EEUU tiene una aeronave desconocida para el gran público.
Según los expertos, es la llave para la supremacía aérea contra China y la Federación Rusa.
Este vehículo de usar y descartar es capaz de emitir señales, para que los radares enemigos crean que son aviones de combate reales, aviones fantasma que inutilizarían sus defensas sembrando la confusión con docenas de objetivos falsos.
US airmen assigned to the 307th Aircraft Maintenance Squadron, load a Miniature Air-Launched Decoy #MALD onto a B-52 Stratofortress July 13 at Barksdale Air Force Base, Louisiana. (?Celeste Zuniga) pic.twitter.com/odVVu4BVcl
— Air Power (@MIL_STD) August 15, 2022
Según Raytheon Missiles & Defense —la compañía que los fabrica— estos ‘señuelos miniatura lanzados desde el aire’ (MALD), las opciones de uso de estas máquinas son prácticamente ilimitadas.
Básicamente, allí donde EEUU quiera lanzar un ataque aéreo y reducir el peligro para sus pilotos drásticamente, los MALD siempre son los primeros en entrar en acción, para desactivar la capacidad de defensa enemiga.
Raytheon, @Fokker and Dallara develop high-tech airframe for MALD decoy #USAFhttp://t.co/1AAZQeIJcv pic.twitter.com/UwVD3kiwx2
— Erwin van Beljouw (@belg322) July 23, 2015
¿Cómo funcionan?
La publicación militar 1945 apunta a un simple ejemplo de uso. Una formación de MALDS haciéndose pasar por un escuadrón completo de F-15s aproximándose a un objetivo en tierra. Mientras un grupo de cazas ‘invisibles’ al radar F-35 vuelan desde otro vector sin ser observados, listos para atacar al mismo blanco.
La fuerza aérea rival no tendría más remedio que lanzar sus cazas interceptores o misiles tierra-aire, para derribar a los F-15, mientras que los F-35 podrían aproximarse y lanzar sus armas con muchísimo menos peligro.
Básicamente, los MALD son misiles de usar y desechar, que sólo cuestan 120.000 dólares por unidad. Un precio muy barato, considerando que pueden salvar vidas y aviones de varios millones de dólares.
Equipados con alas desplegables y timones para maniobrar y cambiar de curso, no tienen capacidad de ataque convencional.
No son armas kamikaze ni nada que se le parezca. En su interior puede llevar varios paquetes electrónicos para proyectar la imagen fantasma con la cual engañar al enemigo o realizar otras operaciones, para confundir los sistemas enemigos.
Hasta ahora, estas aeronaves no tenían capacidad de maniobra independiente. Estaban programados para seguir un curso predeterminado.
Posicionamiento inteligente
Pero gracias a su GPS y ordenador de abordo, eran capaces de seguirlo por su cuenta. Esto es algo que, después de la primera ola de ataque, abriría la posibilidad a que las defensas chinas o rusas pudieran distinguirlos de aviones o drones reales.
Pero esto último ha cambiado con el sistema MALD-X. Una de las nuevas variantes que la Marina Norteamericana probó con gran éxito en el 2018.
Equipo que puede recibir órdenes de vuelo en tiempo real. Esto significa que estos escuadrones fantasmas pueden ahora moverse de forma coordinada y aparentar ser aviones de verdad, de manera convincente.
La Marina norteamericana está ahora trabajando en una versión aún más inteligente y avanzada que ese prototipo: el MALD-N.
Estas máquinas serán parte fundamental de sus escuadrones en portaaviones. Y serán usadas por el famoso EA-18G Growler, una versión del F-18 diseñada para la guerra electrónica.
El futuro de la guerra aérea
Como remarca el experto militar, Tyler Rogoway, “a primera vista, los mini misiles crucero se utilizan para distraer y engañar a un sistema de defensa aérea enemigo. Esto para que un grupo de ataque real pueda tener éxito y sobrevivir. Es algo que suena poco glamoroso. Pero la creciente familia MALD se encuentra entre los programas más excitantes e importantes de la cartera de guerra aérea del Pentágono”.
Estos MALD avanzados sustituirán a los que ya ha usado con éxito el Ejército norteamericano en conflictos reales.
Son la clave fundamental del futuro de esta guerra aérea hiperconectada y polifacética. Por los menos, eso es lo que creen los norteamericanos.
Por eso están creando nuevos escuadrones totalmente diferentes a los actuales. Estos estarán formados por pilotos humanos. Junto a grandes enjambres de aeronaves, pilotadas por inteligencia artificial, totalmente independientes. Y con objetivos específicos en cada misión.
Es un plan que, según las autoridades militares, les permitirá mantener una supuesta superioridad aérea incontestable, por parte de las potencias rivales.
National Guard Members assigned to the 127th Wing prepare to load a Miniature Air-Launched decoy, MALD, onto an A-10 for the first time at Volk Field Air National Guard Base, Wis., Mar. 1, 2022. The MALD is currently operational on the F-16 and the B-52 #aviation pic.twitter.com/wefv549lx9
— The Shadow of the Eagle (@clemente3000) March 23, 2022
A manera de conclusión
La inversión en armamento, por parte de las grandes potencias, sigue en aumento. En la misma medida en que van creciendo las amenazas a la paz mundial.
La carrera armamentistas en más importante que la lucha contra la hambruna, o la tarea de la alfabetización y culturización.
El desarrollo de nuevas tecnologías para la defensa o para la guerra, también son más importantes que la lucha contra el cambio climático.
Las armas son un símbolo de poderío. La lucha contra las injusticias parecería —más bien— un síntoma de debilidad.
Mientras las prioridades para la humanidad no cambien, nuestro futuro como especie seguirá estando amenazado.