Comerciantes, empresarios, transportistas, trabajadores, casas de cambio, y el ciudadano de pie, se han beneficiado de los casi 200 mil venezolanos que han cruzado la frontera de Colombia y Venezuela, para abastecerse de productos de primera necesidad.
Maryann H. León / El Político
Los habitantes de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, en Colombia también se sienten aliviados con la presencia de venezolanos quienes durante dos fines de semanas colapsaron las calles de ese pueblo fronterizo y abarrotaron los locales comerciales.
"Hay que ayudar a los venezolanos en este momento tan difícil, ellos siempre nos han ayudado" aseguró José Palacios, transportistas de la zona, a un medio colombiano, quien agregó que con el éxodo de venezolanos, el negocio se ha visto beneficiado.
Esta masiva llegada de venezolanos beneficia también al sector de víveres, alimentos y medicamentos, ya que son algunos de los rubros más buscados por los pobladores de Venezuela.
Escasez y control de alimentos
Víctor Bautista, delegado de la cancillería de Colombia, explicó que “algunos supermercados manifestaron algunas dificultades con tres o cuatro productos de la canasta básica, la policía nacional quedó comprometida en revisar la situación con el Ministerio de Defensa para que el lunes o martes hayan garantías de abastecimiento y llegada de estos productos a Cúcuta y el área metropolitana en medio del paro camionero”.
Esta situación ha traído como consecuencia el incremento en el precio de los alimentos y la regulación en la venta de determinados productos.
“Fui a comprar harina pan y solo me vendieron un paquete, así mismo me pasó con algunos detergentes. Entendemos la situación de los venezolanos y expresamos nuestra solidaridad, pero el gobierno colombiano debe garantizarnos primero a los cucuteños nuestras necesidades básicas”, se quejó uno de los compradores en la ciudad en Caracol Noticias.
Para verificar esta regulación, la directora ejecutiva de la federación de comerciantes, Gladys Navarro, contó que actualmente se tienen "deficiencias en algunos productos que estamos esperando el trabajo que se está haciendo con todas las fuerzas militares permita que la mercancía que está en tránsito llegue a la ciudad para poder atender el número que será posiblemente mayor al de la semana pasada”.
Sin embargo, para contrarrestar este problema, el Gobierno de Santos ha desplegado un abastecimiento masivo los días lunes y martes, luego de la oleada de venezolanos, pero enfrentan un problema aún mayor. Desde hace 44 días, el departamento de Boyacá enfrenta un paro de camioneros que dificulta el traslado de mercancía hasta Cúcuta, por lo cual se apoya en las Fuerzas Armadas de Colombia para el traslado de medicamentos, tal como lo anunció el delegado de la Cancillería.
Cierran la frontera, otra vez
Luego de la apertura de la frontera, la cual por once meses estuvo cerrada por decisión del Gobierno de Venezuela, durante dos fines semanas 200 mil personas aprovecharon una apertura controlada de 12 horas en el paso fronterizo, pero esta situación no es del agrado de Colombia, quien plantea que se reabra el paso definitivamente.
Para ello, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Angela Holguín, en días pasados fue a Cúcuta y desde allí, anunció que se tomó la decisión no abrir más la frontera. "Vamos a trabajar para que la próxima apertura sea definitiva. Así que el próximo fin de semana (23 y 24 de julio) no se abrirá" dijo la alta funcionaria, en El Tiempo de Bogotá.
Esta información también fue confirmada por el gobernador del estado Táchira, en Venezuela, José Gregorio Vielma Mora, quien se reunió con Holguín y demás autoridades del Gobierno de Juan Manuel Santos.
Se estima que el próximo 4 de agosto, Holguín y su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez se reúnan para tratar el tema fronterizo.
Santander en la mira
El gobernador de Santander, William Villamizar, en un trabajo especial publicado por El Político, precisó que las fronteras están hechas para que estén abiertas y aún más cuando se trata de dos naciones hermanas, sin embargo, recordó que en el pasado, la frontera entre Colombia y Venezuela, era un paso constante de irregularidades. "Antes pasaban por los puentes sin necesidad de pasaporte y ahora queremos que haya control efectivo"
Villamizar está de acuerdo con que se abra la frontera, pero con autoridad, seguridad, controlando el contrabando y protegiendo a las empresas. "Esa es la tarea que buscamos en esta nueva frontera, por lo cual sugerimos tomar acciones contundentes en materia de seguridad y relaciones comerciales, las cuales deben ser sobre la base de reglas claras y establecidas entre los dos países”.
Esperemos que las autoridades de ambas naciones se reúnan y se concrete la apertura nuevamente del paso fronterizo y se establezcan, como pide Villamizar, normas claras para regular el paso entre Colombia y Venezuela.