La justicia egipcia ordenó la puesta en libertad de Hosni Mubarak tras la absolución en el juicio que trataba de dirimir su responsabilidad en la represión de las protestas que le derrocaron. Una vez abandone el hospital, regresará a la vivienda en la que residió hasta llegar a la presidencia del país en 1981.
Mubarak, de 88 años, permanecía desde agosto de 2013 en el hospital militar de Maadi, en el sur de El Cairo. "Confío en que Mubarak abandone la clínica en uno o dos días", ha avanzado su letrado Farid el Dib en declaraciones al diario privado egipcio ‘Al Masri al Yum’. La liberación fue decretada por el fiscal del norte de El Cairo y aprobada por el fiscal general egipcio.
Lea también: Egipto descubre impresionante estatua que podría ser de Ramses II
Según El Dib, el ‘rais’ que gobernó la tierra de los faraones durante tres décadas regresará a la vivienda en la que residió antes de llegar a la Presidencia del país en 1981. El inmueble está ubicado en el barrio cairota de Heliopolis, cerca del palacio por cuyos pasillos recibió a mandatarios de todo el mundo. Mubarak, no obstante, no podrá abandonar el país porque pesa aún sobre él una investigación sobre el incremento de su fortuna personal. Sus bienes siguen bloqueados.
El anuncio de su inminente excarcelación -que coincide con el indulto a 200 presos firmado por el actual presidente Abdelfatah al Sisi- se produce tras la absolución decretada el pasado 2 de marzo. Entonces el Tribunal de Casación despachó una sentencia definitiva que clausuraba más de cinco años de un ajuste de cuentas lastrado por la falta de colaboración del Estado y por una judicatura en entredicho. Mubarak ha cumplido ya tres años de prisión por malversación de fondos públicos y no tiene condenas pendientes, han indicado fuentes judiciales.
Lea también: Merkel apoya a ministro holandés tras ser calificado como “nazi”
En este tiempo Mubarak fue juzgado hasta en tres ocasiones por su complicidad en la muerte de manifestantes durante las revueltas que en 2011 lo desalojaron del poder. El bautizado como "juicio del siglo" fue inaugurado en agosto de 2011 con el fogonazo de un autócrata postrado en una camilla y parapetado tras unas gafas de sol. En 2012, en mitad de una transición fallida, Mubarak fue condenado a cadena perpetua. Desde entonces, sin embargo, las apelaciones habían conducido al proceso hacia un bucle cuyo final acerca al dictador a su libertad definitiva.
Con información de El Mundo de España