El Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó este viernes a Jihad Diyab a que abandone la huelga de hambre, en un documento oficial leído este viernes en conferencia de prensa.
Jihad Diyab es un exprisionero de Guatánamo, refugiado en Uruguay desde el 2014, luego de su liberación del centro de detención en Estados Unidos.
El canciller Rodolfo Nin Novoa dijo comprender el sufrimiento "tremendo" de Diyab, quien busca dejar el país asegurando que no podría sostener a su familia en Uruguay.
En su reporte, distribuido a la prensa, el gobierno uruguayo señala que "hasta el presente, se han recibido algunas respuestas negativas" de países consultados "y otras en el sentido de que el asunto se encuentra a estudio de las autoridades competentes, sin precisión acerca de la fecha en que podrán haber novedades".
"Escapa a las posibilidades de esta cancillería adoptar decisiones que son materia exclusiva y soberana de los Estados concernidos", añade el texto.
El gobierno uruguayo "se permite hacer un llamado al señor Diyab para que abandone la huelga de hambre que se encuentra llevando a cabo (desde julio pasado) y continúe con la búsqueda de un futuro mejor para él y su familia".
"Muy delicado".
El exrecluso de Guantánamo, que lleva más de 60 días en huelga de hambre reclamando poder viajar a algún país musulmán, se encuentra en estado "muy delicado", según dijeron a El País allegados al refugiado sirio.
Sobre las 14 horas, llegaron al apartamento del sirio tres médicos y Christian Mirza, el nexo entre el gobierno y los exreclusos de Guantánamo, pero Diyab se negó a ser atendido por los galenos.
El refugiado ya había anunciado que cuando retomara la medida no dejaría que lo revisaran profesionales de la salud, ser hospitalizado o recibir suero.
"Está delicado y muy débil, pero no entró en coma", dijo Mirza a El País.
Solicitó copias de cartas.
El refugiado sirio había solicitado esta semana una copia del acuerdo que hubo entre Uruguay y Estados Unidos para su traslado y también una copia de cuatro cartas firmadas por el canciller Rodolfo Nin Novoa a las embajadas de Turquía, Venezuela, Líbano y Qatar.
El viernes pasado, durante una larga conferencia de prensa en su apartamento, Diyab dijo que quiere llevar una vida normal en un país musulmán y volverse a encontrar con su familia que está refugiada en Turquía.
Según Diyab, Uruguay no facilitó en junio pasado la documentación necesaria para que su familia pudiese venir a Uruguay, pero la cancillería señala que, en realidad, la familia no se presentó a las oficinas consulares cuando debió hacerlo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dará a conocer estar tarde un informe sobre todo lo actuado en el caso de Diyab.
Con información de: El País