Los agentes fronterizos de Estados Unidos están pidiendo a los viajeros acceso a sus teléfonos móviles para revisar redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto, fotografías y vídeos, según informó este lunes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Redacción El Político
Esta estrategia, de la que informó inicialmente NBC, afirma que las autoridades han adoptado técnicas más agresivas en los últimos dos años debido a algunos incidentes registrados en 2015 y 2016, cuando el FBI y otras agencias gubernamentales no lograron detener a ciudadanos estadounidenses, potencialmente peligrosos, reseña EFE.
Durante el año fiscal 2016, 23.877 viajeros fueron sujetos a requisas de sus dispositivos electrónicos, una cifra cinco veces mayor a la registrada durante el período anterior, cuando fueron 4.764.
Pese a ese aumento, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza constató que los viajeros afectados por este tipo de inspecciones en 2016 fue del 0,0012 % de todas las entradas, alrededor de 390 millones.
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"Las inspecciones de dispositivos electrónicos de la CBP han resultado en detenciones por pornografía infantil, pruebas para combatir la actividad terrorista, violaciones de controles de exportación, condenas por violaciones de derechos de propiedad intelectual y descubrimientos de fraude de visados", apuntó el cuerpo.
Aunque la CBP no aportó datos sobre la nacionalidad de los afectados, 23 de las 25 inspecciones a viajeros utilizadas por NBC para su investigación fueron a ciudadanos estadounidenses.
En los aeropuertos estadounidenses y en los puntos de control por tierra, los agentes fronterizos piden a los viajeros que les entreguen sus teléfonos móviles, los desbloqueen y les digan las contraseñas de sus redes sociales para poder examinar su contenido.
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La CBP alertó que la falta de colaboración con los agentes "puede resultar en la detención y/o confiscación del dispositivo electrónico".
Entre los viajeros afectados figura una pareja de Buffalo (Nueva York) que fue detenida el 1 de enero bajo el Gobierno del entonces presidente, Barack Obama, y antes de que Donald Trump le sucediera en la Casa Blanca el pasado 20 de ese mes.
La pareja, Akram Shibly y Kelly McCormick, volvía de un viaje a Toronto (Canadá) y supuestamente fueron detenidos durante dos horas y obligados a dar a los agentes las contraseñas de sus teléfonos y de sus redes sociales.