El ministro de Inmigración de Australia, Alex Hawke, canceló la visa del tenista serbio, Novak Djokovic, primero en el ranking ATP.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político.-
La decisión, conocida a través de un comunicado oficial, se basó en la potestad del Ministro de utilizar sus poderes discrecionales para revocar de nuevo el visado a Novak Djokovic, que viajó a tierras australianas a principios de mes pese a no cumplir los requisitos de vacunación contra el Covid-19, para disputar el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada.
De esta forma el gobierno australiano anula la decisión de un tribunal local y cancela la visa del serbio por segunda vez, alegando en esta ocasión que, al no estar vacunado contra el corionavirus, puede representar un riesgo para la comunidad.
No se vaya que esto continúa
Esta última decisión plantea la posibilidad de una segunda batalla judicial por parte deportista para que se le permita quedarse y pujar de nuevo por el título en el Abierto de Australia, pero el tiempo juega en su contra, ya que el torneo comienza el próximo lunes 17 de enero.
«Era de interés público»
«Hoy ejercí mi poder bajo la sección 133C (3) de la Ley de Migración para cancelar la visa que tenía el señor Novak Djokovic por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo», ha asegurado el ministro Hawke en una declaración.
El Gobierno «está firmemente comprometido con la protección de las fronteras de Australia, particularmente en relación con la pandemia de Covid-19.»
Unas declaraciones que respaldó posteriormente el primer ministro de Australia, Scott Morrison, que recalcó que la anulación del visado de Novak Djokovic salvaguarda «los sacrificios» hechos por australianos.
Ya antes de esta última decisión del gobierno australiano, el ministro de Finanzas, Simon Birmingham, había insistido, antes de la decisión oficial de Hawke, que Australia solo permite la entrada en su territorio de las personas con una pauta completa de vacunación, o aquellas con una exención médica aceptada.
«Esta política no ha cambiado y continuaremos aplicando esta política rigurosamente», afirmó el funcionario ante la televisión local.
Según la a Ley de Migración que el ministro usó para ejercer su poder de cancelar la visa, Djokovic no podría obtener visado para acceder a Australia durante tres años, excepto en circunstancias apremiantes que afecten al interés de Australia.
El serbio, de 34 años, aspira a lograr su viogésimoprimer triunfo en un Gran Slam en el Abierto de Australia, que comienza el lunes, superando así al español Rafa Nadal y el suizo Roger Federer, ausente por lesión.
El defensor del título, que ha ganado hasta en nueve ocasiones, fue incluido en el sorteo del jueves como máximo favorito y debía enfrentarse a su compatriota serbio Miomir Kecmanovic en su primer partido, probablemente el lunes o el martes.
Sin embargo, sus opciones se complican notablemente con esta decisión del gobierno australiano.
Novak Djokovic contrario a la vacunación
Novak Djokovic, escéptico de las vacunas, alimentó la ira generalizada en Australia cuando anunció la semana pasada que se dirigía a Melbourne para jugar el Abierto de Australia con una exención médica a los requisitos de vacunación para los visitantes.
El serbio y sus abogados justificaron esta exención con el hecho de que había contraído el coronavirus el pasado 16 de diciembre.
Pero a su llegada, el día 5 de enero, los funcionarios de la Fuerza Fronteriza de Australia decidieron que su exención no era válida, por no ser este motivo alegado suficiente, y lo retuvieron junto con los solicitantes de asilo en un hotel de detención de inmigrantes durante varios días.
El tenista estuvo allí encerrado hasta este lunes, cuando sus abogados consiguieron que un juez australiano lo dejara en libertad por un error de procedimiento durante su interrogatorio en el aeropuerto de Melbourne.
Desde entonces, Djokovic se entrenaba con normalidad en las instalaciones del Open de Australia, que el jueves lo incluyó como primer cabeza de serie en el sorteo del cuadro.
La causa de Djokovic no se vio favorecida por un error en su declaración de entrada relacionada con viajes al extranjero en las dos semanas anteriores, que atribuyó a su agente.
También reconoció que debería haber reprogramado una entrevista y una sesión de fotos para el periódico francés ‘L’Equipe’ el 18 de diciembre mientras estaba infectado con Covid-19.
Una encuesta en línea realizada por el grupo de medios News Corp encontró que el 83% estaba a favor de que el Gobierno australiano intentara deportar a la estrella del tenis.
«Absolutamente, debería irse. No ha hecho lo correcto y está siendo un poco descarado al respecto», señaló Venus Virgin Tomarz, de 45 años, que vive en Melbourne.
Discrepancias en el circuito
El caso siembra importantes discrepancias también en el circuito tenístico. Algunos jugadores consideran que las autoridades deberían permitir la participación del número uno mundial, pero otros no son tan receptivos.
Es el caso reciente del griego Stefanos Tsitsipas, número cuatro del mundo, quien este jueves acusó al serbio de «haber jugado con sus propias reglas».
«Eso exige mucho arrojo y pone en peligro todo el torneo… No creo que haya muchos tenistas que hubiesen hecho lo mismo», dijo en una entrevista al medio indio WION.
Tsitsipas lamentó que casi todos los jugadores en el Grand Slam se han vacunado, pero «otros han elegido seguir su propio camino, lo que hace pasar por idiotas a la mayoría».
Este caso ha acentuado la presión sobre el gobierno conservador de Morrison, que se enfrenta a unas elecciones generales en mayo.
Durante casi dos años de pandemia, los australianos se han visto sometidos a restricciones muy severas, con un estricto cierre fronterizo que ha mantenido separados a los ciudadanos en el exterior de sus familias por largo tiempo.
En la actualidad Australia cuenta con una tasa de vacunación del 90% entre los adultos, sin embargo, ha visto cómo un brote descontrolado de Ómicron ha traído casi un millón de contagios en las últimas dos semanas.