La industria del turismo en Cuba está en "clara expansión" y puede triplicar el número de visitantes hasta los 10 millones anuales en 2030, pero necesita una fuerte inversión, algo amenazada por los planes de austeridad fiscal anunciados por el Gobierno, indicaron hoy expertos en Washington.
En 2015, Cuba recibió 3,5 millones de visitantes extranjeros y se calcula que puede alcanzar los 10 millones para 2030. La mayor parte, un 36 %, procede de Canadá, seguidos por la diáspora cubana (8,3 %), un 5 % de Alemania y un 4,6 % de EE.UU., aunque los estadounidenses aún cuentan con numerosas restricciones para viajar a Cuba.
"La principal fuente de crecimiento económico en Cuba ahora mismo es el turismo", señaló Richard Feinberg, investigador de la Latin American Initiative, del centro de estudios Brookings Institution.
Parte de estos progresos viene por las reformas económicas internas aplicadas por las autoridades cubanas en los últimos años y la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington tras 50 años congeladas, que han permitido el desarrollo de pequeños negocios privados.
Este "incipiente" sector, que incluye restaurantes familiares, alquileres de viviendas para visitantes o transporte, genera ya el 30 % de los ingresos turísticos en la isla caribeña.
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Sin embargo, Cuba encara agudos problemas debido a la "anémica" situación de la economía, consecuencia de los bajos precios del níquel y el azúcar y el descenso de los envíos de petróleo subsidiado por parte de Venezuela, que enfrenta su propia crisis económica.
"La economía ya se ralentizó a un 1 % en la primera mitad de 2016, y una profundización de la austeridad bien podría llevarla a la recesión", apuntó Feinberg, que, junto con Richard Newfarmer, profesor de la London School of Economic, presentó un informe sobre el turismo en la isla caribeña
Ambos expertos citaron al exministro cubano de Planificación Marino Murillo, quien había señalado que esa situación obligaría a una contracción de las importaciones del 15 % este año y a posponer un 17 % de las inversiones previstas.
Solo en espacio ocupacional, se calcula que se necesitan 33.000 millones de dólares en la próxima década para poder albergar el creciente número de visitantes, algo para lo que las autoridades cubanas necesitan el respaldo de financiación privada internacional.
Los expertos no creen que la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. vaya a cambiar significativamente la política de este país hacia Cuba y consideran que lo más probable es que se adopte una postura de aguardar a ver la evolución de los cambios propuestos por el presidente cubano, Raúl Castro, y su promesa de dejar el poder en febrero de 2018.
Con información de: EFE