Los radicales pro-palestinos han adoptado un nuevo método de ataque, dirigido a las luces de los árboles de Navidad y otros símbolos cristianos en todo el país, así como a los símbolos israelíes y las instituciones judías.
El Político
Estos actos de vandalismo han sido evidentes durante las recientes protestas, como la ocurrida el viernes en Los Ángeles, donde los radicales marcharon desde un acto de recaudación de fondos para el presidente Joe Biden hasta una zona donde se encuentran varias sinagogas. Allí, realizaron pintadas antiisraelíes en las paredes de las sinagogas y también causaron destrozos en una iglesia local.
Este tipo de incidentes también se han registrado en la ciudad de Nueva York, donde estos radicales irrumpieron en la iluminación del árbol de Navidad en el Rockefeller Center y se enfrentaron a la policía. Ante esta amenaza de protestas, el gobernador Gavin Newsom se vio obligado a trasladar las luces del árbol de Navidad de California.
Actualización: He aquí otro ejemplo, del 8 de diciembre, en Chicago:
BETHLEHEM CANCELED CHRISTMAS
Yesterday, we disrupted a Christmas singalong in Chicago to draw attention to the genocide in Palestine. ?? pic.twitter.com/cRzA8IbHDB
— CODEPINK (@codepink) December 10, 2023
Un caso similar ocurrió el mes pasado en Michigan, cuando estos manifestantes pro-palestinos intentaron interrumpir el encendido del árbol de Navidad en Ypsilanti, llegando incluso a ahogar el coro de niños que participaba en el evento.
¿Por qué esta actitud tan deplorable?
Es evidente que estos grupos han decidido atacar símbolos tan importantes para una cultura dominante, lo cual es preocupante. Estos actos de vandalismo y violencia demuestran una falta de respeto hacia la diversidad cultural y religiosa.
Es importante resaltar que existen cristianos palestinos y que algunos radicales insisten en que Jesús también era palestino, a pesar de que era un judío que vivía en Israel antes de que se inventara la palabra "Palestina". Atacar símbolos cristianos no solo es un acto de intolerancia, sino también una falta de conocimiento histórico y cultural.
Es preocupante ver cómo estas protestas pro-palestinas se han vuelto cada vez más islámicas, excluyendo a otros grupos religiosos y marginando a los cristianos.
Además, es importante destacar que muchos evangélicos son vistos como proisraelíes, lo que podría convertir a las iglesias en blanco del odio, junto con las sinagogas. Esto demuestra una polarización religiosa que solo contribuye a la división y al conflicto.
Estos ataques a símbolos cristianos e israelíes son inaceptables y reflejan una creciente radicalización en las protestas pro-palestinas. Demostrando una polarización religiosa que solo contribuye al conflicto.