El presidente de EEUU, Donald Trump, quedó aislado después de que los legisladores republicanos se negaran a seguir su ejemplo y atacar a la ex embajadora en Ucrania, reseñó POLÍTICO.com.
El Político
El reportero Kyle Cheney reseña que Donald Trump está solo.
Ni un solo legislador republicano en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes respaldó los ataques del presidente contra la veterana diplomática Marie Yovanovitch este viernes cuando describió una "campaña de difamación" impulsada por Trump que efectivamente terminó con su carrera.
Ni uno solo intentó legitimar la "campaña de desinformación" que describió, que fue perpetuada por el abogado de Trump, Rudy Giuliani, y que llevó a Trump a retirarla abruptamente de Ucrania en mayo y a hablarle mal de ella al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en julio.
Los demócratas trabajaron metódicamente para describir la destitución de Yovanovitch como el primer acto del impecable abuso de poder de Trump, sugiriendo que las calumnias en su contra estaban al servicio de un siniestro esfuerzo de Trump por presionar a Ucrania para que investigara a sus rivales demócratas.
Aunque los republicanos señalaron que Trump tiene la autoridad para retirar a cualquier embajador en cualquier momento -un hecho que los demócratas no discutieron-, Yovanovitch les dejó con una pregunta que ellos también se negaron a abordar.
"Me pregunto," reflexionó, "por qué era necesario manchar mi reputación"
Si el testimonio de Yovanovitch a los investigadores del juicio político reveló algo, es que los defensores del presidente no compartían su capacidad ilimitada para derribar a sus críticos. Además, la falta de voluntad o la incapacidad de los republicanos para socavar la narrativa de Yovanovitch subraya la tremenda dificultad que enfrentan para montar una defensa fáctica contra el juicio político.
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Fuente: POLÍTICO.com