Tras una redada realizada por autoridades colombianas la madrugada del lunes en cinco localidades de Bogotá, 59 venezolanos fueron detenidos y posteriormente expulsados del país.
El Político
El grupo de inmigrantes fue acusado de generar violencia y participar en saqueos en la capital colombiana, en el marco de una ola de protestas sin precedentes contra el gobierno del presidente Iván Duque.
Este evento está lejos de ser un caso aislado: no es la primera vez que un gobierno latinoamericano detiene a ciudadanos de nacionalidad venezolana por presuntamente estar vinculados con las violentas protestas que actualmente sacuden gran parte de Sudamérica.
En octubre, el gobierno ecuatoriano detuvo en Quito a 17 extranjeros, la mayoría venezolanos, por presuntamente tener información sobre los traslados del presidente Lenín Moreno, quien días antes había denunciado que "el sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización", en el marco de protestas masivas en contra de la eliminación al subsidio de los combustibles.
Por su parte, las autoridades bolivianas anunciaron el 15 de noviembre que detuvieron a nueve ciudadanos venezolanos "cuando intentaban abandonar" el país. Los acusaron de participar en "actos de sedición" de grupos presuntamente vinculados al expresidente Evo Morales.
Y un par de días después, en Chile, el gobierno de Sebastián Piñera expulsó a 9 venezolanos por presuntamente haber participado en actividades violentas en los intensos disturbios que sacudieron el país austral, después de que el presidente anunciara un aumento del costo de los pasajes del Metro de Santiago.
Todos estos casos tienen dos factores comunes: involucran a ciudadanos venezolanos y a todos se les vincula con las protestas.
Para Lucía Ramírez Bolívar, abogada colombiana especialista en Derecho Constitucional, migración y Venezuela, el fenómeno de la xenofobia hacia los venezolanos es reciente y se ha acentuado en Colombia, y otros países latinoamericanos, con la llegada de un mayor número de personas "en situación de vulnerabilidad" que se ha incrementado en los últimos años.
"Muchos tienen que recurrir al trabajo informal o a la mendicidad porque encuentran dificultades para auto sostenerse. Como este tipo de inmigración es un poco más visible en comunidades que ya son vulnerables, se presenta una lucha por recursos y por eso se ha vuelto cada vez más común echarles la culpa por las cosas que pasan", le dice a BBC Mundo.
"Venecos" se volvió tendencia en las redes
Pero este comportamiento no proviene solamente del ciudadano de a pie. Según Ramírez, los medios de comunicación colombianos han impulsado "una campaña de desinformación" que fomenta la xenofobia y la reciente expulsión de venezolanos de territorio colombiano no hace más que acentuar la problemática.
"Mensajes enviados vía WhatsApp sobre la participación de venezolanos en hechos de vandalismo y saqueos se volvieron virales en Colombia, y los medios nacionales reprodujeron esa información sin verificarla", denuncia la abogada que asegura haber recibido varias cadenas de textos y hasta videos.
Los mensajes de odio en la red social Twitter eran tantos, que los hashtags #venezolanos y #venecos se convirtieron tendencia en Bogotá.
Por muchos años, Venezuela y su proyecto socialista han sido temas recurrentes en las campañas electorales latinoamericanas. Pero más recientemente los migrantes venezolanos han entrado en el debate político e incluso en algunos países se han convertido en uno de los temas principales.
A pesar de que los partidos políticos colombianos firmaron un acuerdo para que los candidatos a las elecciones regionales no emplearan un lenguaje o prácticas que incitaran el odio hacia los migrantes del vecino país, hubo casos en los que aspirantes a las alcaldías los vincularon con los problemas de inseguridad que persisten en Colombia.
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