Mucho se ha dicho sobre el inicio de la Tercera Guerra Mundial, pero en esta oportunidad el novelista Elliot Ackerman y el militar Jim Stavridis realizaron una interesante proyección en ‘2034, a Novel of the Next World War’.
El Político
Así comienza la polémica e interesante novela:
"Año 2034. Un F-35 estadounidense desaparece del radar en el Estrecho de Ormuz. Al mismo tiempo, a más de 6.000 kilómetros, en el Mar del Sur de China, una flota de tres destructores de EEUU se topa con el Wén Rei, un extraño pesquero en llamas".
El libro agrega que los militares ofrecen ayuda a los pescadores y descubren un sospechoso armatoste tecnológico.
"Cuando la capitana Sarah Hunt intenta establecer contacto con Washington para informar del suceso, se da cuenta de que las comunicaciones se han caído. Algo raro está pasando", prosigue el libro.
Añade que "en ese momento, un emisario de Pekín le dice a Washington que si quiere recuperar su caza en Ormuz —que han ‘hackeado’ y atrapado gracias a la ayuda de sus aliados iraníes— tiene que abandonar el pesquero y salir inmediatamente de aquellas aguas".
"El Wén Rei no es más que una trampa de los chinos para que EEUU muerda el anzuelo. Y lo muerde. Cuando los estadounidenses dicen que no ceden al chantaje, la flota asiática tiene la excusa perfecta para rodear a los destructores, deshabilitar sus sistemas tecnológicos y hundirlos sin piedad", continúa la novela.
Provocación china
Los autores reflejan que "el mensaje de China es claro: este es nuestro mar y ustedes no pintáis nada aquí. Todavía no lo sabe nadie, pero ha empezado la III Guerra Mundial entre China y Estados Unidos".
La novela añade que "el conflicto arrastrará a otras potencias como Irán, India o Rusia y alcanzará escenas insólitas en la historia de la humanidad"
En este punto, los autores hacen alusión a ciberataques masivos, flotas enteras hundidas y bombas nucleares tácticas en las dos potencias más fuertes del mundo.
Tanto el novelista Elliot Ackerman como el militar Jim Stavridis sirvieron en el Ejército estadounidense, pero es Stavridis quien aporta los galones.
Stavridis: Tres décadas de experiencia en el ámbito militar
A este exmilitar lo rodea una experiencia de más de 30 años en la Armada de EEUU. Sabe, en ese sentido, lo que es enfrentarse a un problema en la sala de emergencias de la Casa Blanca (la famosa Situation Room).
Stavridis comandó un destructor en el Mar del Sur de China —como Sarah Hunt, una de las protagonistas del libro— y fue el Comandante Supremo aliado en Europa de la OTAN (2009-2013)
Se trata de uno de los cargos más importantes de la Alianza Transatlántica. Se estarán preguntando a qué viene escribir un libro sobre la Tercera Guerra Mundial entre China y EEUU tal y como están las cosas. ¿Morbo?
¿’Clickbait’ editorial? No. Según Stavridis, detrás de esta novela hay una clara y única advertencia: Estados Unidos se está quedando sin imaginación. Y un país sin imaginación está abocado al desastre.
“[Antes de escribir el libro] empecé a pensar: ¿cómo podemos evitar una guerra con China?”, se preguntaba Stavridis en una reciente entrevista con la revista estadounidense Wired, que ha sacado en exclusiva varios capítulos del libro.
Añadió: Creo que parte del motivo por el que evitamos la guerra con la Unión Soviética era que nos podíamos imaginar cómo de terrible sería”.
El almirante, de 66 años, lo dice en referencia a ‘La Tercera Guerra Mundial’, un libro de ciencia ficción escrito en los años 80 por Sir John Hackett, en el que imaginaba cómo sería un conflicto entre la Unión Soviética y EEUU.
Más allá de la novela… ¿es posible?
Pero ¿acaso es tan probable una guerra entre China y EEUU como lo pudo ser entre los viejos enemigos de la Guerra Fría?
Afortunadamente, es difícil que, hoy por hoy, ambas superpotencias entren en un conflicto militar abierto.
De hecho, la relación entre la URSS y EEUU era muy distinta de la de Pekín con Washington, entre otras cosas, por la globalización y la interconexión de ambas economías.
Sin embargo, con la guerra comercial iniciada por Donald Trump y ante una política internacional más agresiva desde que el presidente Xi Jinping está al mando, un choque puntual en el sureste de Asia no suena descabellado.
Expertos consideran que el punto más conflictivo entre ambas superpotencias es el Mar del Sur de China.
En la actualidad, los estadounidenses patrullan las aguas para defender "la libertad de navegación" de sus aliados y evitar que China se haga con el control total de una zona geoestratégica clave
Pekín, por su parte, reclama como propio casi la totalidad del mar de China Meridional. Desde que Xi Jinping tomó el poder, China ha militarizado aún más la zona.
El exsecretario de Estado de la Administración Trump, Mike Pompeo, denunció hace unos meses que Pekín “explota que el mundo está centrado en la Crisis de covid-19 para continuar con su comportamiento provocador” en estas disputadas aguas.
En la novela, Pekín traza un plan para tumbar la flota estadounidense y hacerse con el control del Mar del Sur. El choque empieza cerca de las controvertidas islas Spratly, localizadas entre Filipinas y Vietnam y que también se disputan China, Taiwán o Malasia.
“Los chinos han estado haciendo esto durante décadas: moviendo la valla un poco más, y un poco más, y un poco más… hasta que reclamen todo el Pacífico Sur”, escriben los autores de ‘2034’ en boca de uno de los personajes.
Gracias a la experiencia de Stavridis y a la pluma de Ackerman, los extraños sucesos que llevan al mundo al borde del colapso no suenan tan surrealistas.
Cuando uno de los protagonistas reflexiona sobre lo que está ocurriendo, se da cuenta de que a cada paso ambos subestiman a su rival.
“Él sabía que al principio de todas las guerras había un fallo de cálculo”, escriben los autores. "Porque cuando una guerra empieza ambos bandos se creen que van a ganar”.
Y el motor del desastre en este libro es la fe ciega en la tecnología. Bien lo sabía Abraham Lincoln.
Cuando uno lee la novela y ve a sus personajes continuar por la pendiente resbaladiza de la destrucción masiva, uno se pregunta: ¿por qué nadie para? ¿Por qué no dejan lo que están haciendo?
Para responder estas preguntas, los autores simplemente señalan a lo que ha pasado en Europa en el último siglo.
"Justo hace 100 años, cuando ya se suponía que habíamos evolucionado como especie, cuando comerciábamos entre nosotros y empezábamos a apoyar los derechos de las mujeres y de las minorías […] nos dimos de bruces con dos guerras mundiales que acabaron con la vida de 80 millones de personas".
La afirmación fue hecha por Stavridis en la entrevista a la implícita pregunta de por qué EEUU y China serían tan estúpidos de empezar una guerra.
Sin embargo, quizá la pregunta más sorprendente del libro no es por qué se empieza un conflicto bélico, sino cómo se pone fin a él.
Al final de la novela, cuando los indios entran en la escena (no se puede decir más para no estropear la sorprendente conclusión), uno de los protagonistas le lanza una advertencia definitiva a los
Fuente: elconfidencial