Las pruebas forenses concluyeron que los restos humanos encontrados en 45 bolsas el pasado 31 de mayo en una barranca a las afueras de la ciudad de Guadalajara (México) corresponden a los jóvenes que trabajaban en un "call center".
El Político
La noticia podría haber pasado casi desapercibida en un país desgraciadamente desangrado por las al menos 110.000 desapariciones que reflejan sus registros oficiales, reportó Univision.
Sin embargo, este caso llamó la atención desde el inicio por varios motivos.
En contexto
El primero, el hecho de que las desapariciones se fueran conociendo de manera escalonada en un breve espacio de tiempo. El segundo, que todos fueran colegas de trabajo en un call center en el municipio de Zapopan.
Y es su ocupación en este espacio de atención telefónica el que centra las investigaciones para tratar de esclarecer lo sucedido.
¿Call center centro de estafas?
La principal hipótesis de las autoridades apunta a que desde el call center se estafaba presuntamente a ciudadanos extranjeros de edad avanzada mediante llamadas telefónicas para la venta fraudulenta de apartamentos turísticos.
Los beneficios que obtenían servían como fuente de financiación de algún grupo del crimen organizado, con especiales sospechas hacia el cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Algunos padres de los jóvenes, sin embargo, aseguraron no saber nada de esas supuestas actividades ilícitas y pidieron a las autoridades no criminalizar de antemano a sus hijos, quienes les dijeron que se dedicaban a vender paquetes vacacionales a turistas.
Entre líneas
La investigación comenzó cuando el pasado 20 de mayo desapareció Carlos Benjamín García, de 31 años. Su madre relató al diario El Heraldo de México que ese día fue la última vez que habló por teléfono con él mientras se disponía a ir a la lavandería.
Al no poder comunicarse nuevamente desde entonces, trató de hablar con Itzel Abigail Valladolid, una amiga y colega de su hijo, para preguntarle si sabía de su paradero. Pero tampoco logró hablar con ella.
Fue entonces que decidió llamar a la madre de la joven, quien para su sorpresa le confirmó que tanto su hija de 27 años como Carlos David, otro de sus hijos de 23, también estaban en paradero desconocido desde el 22 de mayo.
Ese día fue el último también en que fueron vistos Jesús Alfredo Salazar y Arturo Robles, de 37 y 30 años; Mayra Karina Velázquez, de 29 años; y Jorge Miguel Moreno, de 28; cuyas desapariciones fueron reportadas ante las autoridades en días sucesivos.
Ya el 1 de junio, la Fiscalía estatal tuvo conocimiento de la desaparición de Juan Antonio Estrada, de 34 años. El hombre desapareció también el 22 de mayo cuando iba al trabajo y se consideró que podría estar relacionado con el mismo caso.
Todos trabajadores del call center
Cuando las autoridades comprobaron el vínculo común entre todos ellos, acudieron a registrar el call center en el que trabajaban.
La Fiscalía de Jalisco informó que en su interior encontraron marihuana, un trozo de tela y un trapeador con "manchas rojizas". También se hallaron pizarrones con nombres de personas extranjeras, "anotaciones de membresías o ‘tiempos compartidos’ (alojamientos turísticos para usar durante un período de cada año) y metas económicas a lograrse".
Asimismo, declaró que el call center no contaba con licencia para ningún tipo de actividad. La Fiscalía anunció también que se busca al arrendatario del inmueble, aunque hasta el momento no se informó de detenciones por este caso.
Un segundo local con características similares fue después registrado como supuesto centro de operaciones de la misma empresa, donde se identificaron máquinas para contar dinero y "anotaciones de diálogos prediseñados en inglés para hacer abordaje telefónico a personas extranjeras".
Conclusión
Según cifras del gobierno mexicano, más de 100.000 personas están desaparecidas, y muchas son víctimas del crimen organizado. Los perpetradores rara vez llegan a los tribunales.
Las estadísticas oficiales muestran que muchas de estas desapariciones se han producido desde 2007, cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó su "guerra contra las drogas".
Tres cuartas partes de las personas denunciadas como desaparecidas son hombres y una quinta parte tenían menos de 18 años en el momento de su desaparición.
Los familiares dicen que el gobierno no está haciendo lo suficiente para encontrarlos y que los funcionarios son indiferentes cuando reportan a sus seres queridos como desaparecidos.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha calificado la situación como "una tragedia humana de enormes proporciones".