El asesinato de un adolescente ha generado violentos enfrentamientos en Francia. El sábado, 18 de noviembre, un joven de 16 años, a quien las autoridades sólo han identificado como Thomas, perdió la vida a cuchilladas.
El Político
El ataque se produjo al cierre de una fiesta que se desarrolló en Crépol, un pequeño poblado de 532 habitantes, que se ubica geográficamente al centro de la nación gala.
Información que se ha filtrado a la prensa indica que hay nueve detenidos, todos son sospechosos de participar en el homicidio. Sus nombres, de momento, se mantienen en la reserva.
Las autoridades, empezando por el ministro de Interior, Gérald Darmanin, han pedido extrema discreción. Desde el Gobierno francés quieren evitar que los choques actuales deriven en disturbios de mayores dimensiones.
?? ? | Este #27Nov ocurren protestas contra la inmigración masiva en Lyon, Francia, tras la muerte de un adolescente.
El asesinato del joven de 16 años podría ser un “punto de inflexión para la sociedad francesa”, advirtió el gobierno de Emmanuel Macron mientras se pedía a los… pic.twitter.com/aEQiQELRPg
— EL POLÍTICO (@Elpoliticonews) November 27, 2023
El temor es provocado por la posible procedencia de los aparentes autores del crimen. En Crépol se asegura que se trata de hijos de inmigrantes que llegaron a la localidad, venidos desde un pueblo vecino.
Algunos líderes ultra nacionalistas, entre ellos la ex candidata presidencial, Marine Le Pen, aprovecharon el incidente para reivindicar sus banderas con respecto a la inmigración y los refugiados.
Mientras tanto, jóvenes descontentos con el homicidio causaron caos en varias localidades próximas al poblado en el que se registró el incidente.
Muchos cubrieron sus rostros con capuchas y se armaron con bastones y bates de béisbol. Algunos, incluso, llegaron a gritar “Francia es nuestra”, mientras ocasionaban destrozos.
Esas acciones fueron respondidas por bandas locales, conformadas por jóvenes franceses de distintos orígenes.
Este lunes, Olivier Véran, portavoz del Ejecutivo encabezado por el presidente Emmanuel Macron, visitó el pueblo en el que Thomas resultó asesinado.
Véran intentó hacer trabajo de contención. Durante su estadía en Crépol, reconoció que la muerte del adolescente “es una tragedia”.
Pese a ello, solicitó a los ciudadanos no buscar y castigar a los posibles culpables.
“Corresponde al poder judicial hacer justicia, no a los propios franceses”, afirmó el funcionario, consciente de que muchos desean tomar el toro por los cuernos y hacer pagar a los aparentes responsables por cuenta propia.