El sacerdote Luis López Villa, de 73 años, fue asesinado durante un presunto asalto en la parroquia San Isidro Labrador, ubicada en el Estado de México, informó la Arquidiócesis de México.
El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, pidió a las autoridades "llevar hasta las últimas consecuencias las diligencias para que este crimen atroz no quede impune".
Según la fiscalía del Estado de México, el párroco fue degollado con arma blanca después de ser amordazado.
El sacerdote, también herido en el pecho con un arma punzocortante, fue reducido y atado con cinta adhesiva, extendida por su cuerpo y sus manos, de acuerdo con medios locales.
Los vecinos encontraron el cuerpo del sacerdote la noche del miércoles, tras hallar abiertas las puertas de la parroquia, así como todas las luces encendidas, y alertaron a las autoridades.
Por el momento se desconoce el número de personas involucradas en el crimen, pero se presume que entraron en el lugar para realizar un robo.