Argentina ha enfrentado a lo largo de su historia grandes problemas económicos, políticos y sociales, como la crisis financiera y la posterior bancarrota de 2001-2002, igualmente ha contado con periodos de crecimiento de épocas de crisis y recuperación. Tras un lapso de tiempo de lento crecimiento en 2015, el país volvió a caer en recesión. Un repunte de la economía a corto plazo parece improbable debido a la perspectiva económica de Latinoamérica tras el colapso del precio de las materias primas.
Vannesa Goncalves/El Político
Mauricio Macri, tras asumir en 2015 la presidencia y quien espera seguir su mandato más allá de 2019, anunció reformas importantes que han sido consideradas “polémicas” y rompen con las políticas macroeconómicas de la presidencia de Kirchner.
A pocos días de su Gobierno, el Banco Central de Argentina eliminó los controles de tasas y capital, esto generó que la tasa de cambio bajara a casi 25% debido a la alta demanda de dólares americanos y las limitadas reservas de Argentina.
Por otro lado, la economía argentina todavía enfrenta varios retos, incluyendo un déficit de cuenta corriente importante. Las reservas del Banco Central de Argentina disminuyeron a 26.2 mil millones de USD al cierre de 2015. La deuda pública, la dependencia del país en materia prima, la inflación, la falta de acceso al financiamiento externo amplifican su exposición a crisis económicas.
Ante las coyunturas del país, Macri aseguró que la economía crecerá entre un 3 y un 3.5 por ciento en 2017, la inflación se está desacelerando, analistas privados estiman que la inflación ronda el 40 por ciento en la medición interanual y la difícil transición por los ajustes económicos se ha aplacado.
Asimismo, el Producto Interno Bruto (PIB) de la tercera economía de América Latina creció un 0.5 por ciento en el primer trimestre del 2016, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), este número se ubicó muy por encima de lo esperado por analistas que estimaban una baja del 1.3 por ciento.
La administración de Macri ha avanzado en sus negociaciones, e incluso la exministra de Economía de Indonesia, Sri Mulyani Indrawat aseguró que las políticas del Gobierno durante sus primeros seis meses han sido muy impresionantes.
Enfatizó que Argentina tenía que fortalecer su marco macroeconómico y, a la vez, hacerlo protegiendo a los pobres. La política de eliminación de las restricciones cambiarias, de las barreras comerciales y el pago a los fondos de inversión generó credibilidad. El Gobierno ahora reconoce que para estimular el crecimiento no hay que confiar solo en su economía doméstica, sino abrirse y desarrollar el potencial del sector privado. Esta es una elección estratégica del Gobierno.
Ajustes económicos no son del agrado del pueblo
Cientos de empleados públicos argentinos han realizado protestas en varios ministerios para denunciar despidos masivos, ajustes brutales y el aumento drástico de tarifas en los transportes anunciados por el Ejecutivo.
Los aumentos en tarifas incluyen un promedio de 500 % en electricidad y agua, y cerca del 300 % en el gas, además de un aumento de telefonía y el acrecimiento de combustibles a un ritmo de 6 % mensual desde diciembre.
El transporte y sobre todo los boletos de trenes y autobuses del área metropolitana de Buenos Aires, la capital argentina, ha sido otro sector que ha registrado un aumento del 100 % en tarifas.
En un estudio realizado por la consultora Tendencias Económicas, arrojó que aproximadamente 108.000 trabajadores estatales a escala nacional, provincial y municipal han sido despedidos desde que Macri asumió el cargo en Argentina.
Como medida para aplacar el descontento en la población, el Gobierno llegó a anunciar una baja en el impuesto sobre los salarios medios y altos, un adelanto de la publicación del índice oficial de inflación, cuya difusión estuvo suspendida desde diciembre del 2015 para revisar la controvertida metodología de la gestión previa.
Gobierno de Macri hará ajustes en servicio de transporte Arbus
El 27 de enero de 2016 fue detenido el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), de Río Negro, sur de Argentina, Rodolfo Aguiar, a raíz de manifestación en contra de los despidos.
El 7 de abril los argentinos protestaron en las ciudades Mar de Plata y Buenos Aires en repudio al plan de ajuste del Gobierno, los despidos y para pedir la renuncia del presidente Mauricio Macri.
Las movilizaciones tuvieron motivos por las controversiales revelaciones del caso Panama Parpers, en el cual reseña la participación de Macri en empresas Offshore en Panamá y Bahamas.
Los protestantes repudiaron las políticas del gobierno actual en el cual criticaron que el país hay censura, más despidos de funcionarios y centro de salud cierra sus puertas a la nación.
Sin embargo, Macri aseguró estar “muy tranquilo” por el caso de los Panama Papers, en los que figura como director de empresas offshore, y dijo que se presentará ante la justicia.
"Estoy tranquilo de que he cumplido con la ley y he informado todo lo que tenía que informar. No era accionista, no recibí ningún tipo de retribución y realicé la declaración en mi primer día como funcionario público", dijo el mandatario desde la Casa Rosada, en Buenos Aires.
Durante los primeros cuatro meses del mandato de Macri, médico, maestro, portuario, estatal, bancario y una considerable cantidad de sindicatos protestaron en forma de rechazo por los ajustes económicos y despidos.
Ante las continuas protestas donde se perciben las mismas quejas, el presidente de Argentina aportó una solución que beneficiaría a 200.000 puestos de trabajos al anunciar en abril del presente año que implementaría un Plan Nacional del Agua.
Entre las reformas más polémicas implementadas por el Ejecutivo argentino destacan la ley de medios, donde Macri ordenó a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) intervenir durante 180 días las agencias de telecomunicaciones más importantes para la política de medios del país Afsca y la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aftic).
El Afsca cumplía con ejecutar la nueva Ley de Medios que había sido aprobada durante el gobierno de Kirchner y que obliga a Clarín a desprenderse de varias de sus licencias, ante esto Macri señaló de “militante político” al presidente de Afsca, Martín Sabbatella y exigió su renuncia.
Este hecho generó descontento en los militantes kirchneristas, quienes protestaron y tildaron de antidemocrática la decisión del Mandatario argentino.
La política de decretos fue una medida con la que el presidente argentino logró culminar con las retenciones fiscales a productores agrícolas, lo cual generó durante años disputas entre el campo y el gobierno de la ex mandataria, Cristina Kirchner.