Miles de personas han pedido ‘Libertad para Belén’, una joven tucumana de 27 años condenada a ocho años de prisión por aborto, y han reclamado que el Congreso debata la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Primero con un reclamo ante el Palacio de Tribunales en la capital argentina y luego con marchas en distintos puntos del país, los manifestantes protestaron contra la condena impuesta a Belén.
Victoria Tesoriero, portavoz del comité Libertad para Belén -pseudónimo utilizado para proteger su identidad-, ha recordado que la joven fue acusada del homicidio de su bebé tras ingresar en un hospital de la norteña provincia de Tucumán con un sangrado provocado por un aborto.
"Fue un aborto espontáneo", dijo Tesoriero, quien también subrayó que en el caso "se violó el secreto profesional y el derecho a la salud".
María del Valle Aguilar, perteneciente al frente Católicas por el Derecho a Decidir, expresó que se eligió el nombre de "Libertad para Belén" como una manera de "englobar" a todas las asociaciones que forman este colectivo.
El comité ve la condena como una "medida de disciplinamiento hacia todo el conjunto de las mujeres y de sanción moral" y adelantó que están ejerciendo "mucha presión".
"Está presa sin pruebas en su contra -coincidió Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda-. No se le hizo la prueba de ADN al feto que se le atribuye".
La diputada expresó que el Gobierno argentino se ha mostrado "contrario al derecho de las mujeres al aborto", algo que "sólo en la calle y luchando mucho" se podrá conseguir.
Precisamente, esta tarde miles de argentinas han protestado en los puntos más emblemáticos de cada distrito para reclamar que el Congreso argentino debata la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
En el caso de la ciudad de Buenos Aires, la movilización se concentró junto al Obelisco para marchar luego hacia la Plaza de Mayo.
"Liberen a Belén ya", "Aborto legal, libre y gratuito", decían algunos de los carteles de las manifestantes.
"El Gobierno es responsable", "Ni muertas, ni presas por abortar", reclamaban otras.
El reclamo para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo cobró fuerza en Argentina a raíz del caso de Belén, encarcelada hace casi dos años, aunque ella asegura que sufrió un aborto espontáneo.
"Yo ni sabía que estaba embarazada. Lloro por la injusticia que vivo", dijo recientemente la joven en una carta.
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Distintas organizaciones de derechos humanos han reclamado la libertad de la joven, como es el caso de Amnistía Internacional, que el mes pasado presentó 120.000 firmas ante la Justicia tucumana.
La causa ha suscitado también que el Comité de Derechos Humanos de la ONUpidiera al Estado argentino "considerar la descriminalización del aborto" y revisar el "caso de Belén con miras a su inmediata liberación".
En Argentina, la interrupción voluntaria del embarazo es considerada un delito dentro del Código Penal.
No obstante, la legislación contempla la figura del "aborto no punible" cuando es necesario evitar un peligro para la salud de la mujer o en los casos en los que el embarazo es producto de una violación.
Con información de El Mundo