El presidente del gobierno de Argentina, Mauricio Macri, no reconocerá a Venezuela como presidente del Mercosur, esto luego que la canciller del país petrolero, enviara un comunicado asumiendo la presidente de ese organismo multilateral.
Maryann H. León / El Político
La información se filtró luego que una fuente confirmara al diario Clarín de Argentina del rechazo de Macri a esta presidencia pro témpore por parte de Venezuela, la cual es rechazada también por los gobiernos de Brasil y Paraguay, primer país en negarse públicamente a que el presidente venezolano, Nicolás Maduro asuma el cargo.
“Nuestra evaluación es que no hay traspaso automático”, opinó a su vez un funcionario de la Cancillería, que reforzó lo dicho por Balcarce 50. “Las decisiones regionales se toman por consenso y no de manera unilateral”, insistieron las fuentes consultadas. Un argumento formal es que Venezuela no aprobó una serie de protocolos que se exige a los países miembros, desde que se incorporó al foro en 2012. Aunque desde el punto de vista políticos, sus socios del Mercosur le recriminan a Maduro su política de derechos humanos.
El viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay confirmó el fin del mandato de su país en la presidencia del Mercosur. La decisión puso a esta unión aduanera en una situación desquiciada. Ese día debía hacerse una reunión de cancilleres para ver qué se hacía con Venezuela. Pero como en ocasiones anteriores, se levantó. No hay cumbres de presidentes desde la de diciembre, en Asunción.
Lo que dijo la Cancillería uruguaya en un comunicado es que no existían argumentos legales para el traspaso de poderes a Venezuela. Sostuvo que la presidencia del bloque “siempre ha sido guiada con el más absoluto respeto’’ a sus normas institucionales y las leyes internacionales. El gobierno de Nicolás Maduro reaccionó rápidamente. “Tenemos a bien informar que, a partir del día de hoy, la República Bolivariana de Venezuela asumirá con beneplácito el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur con fundamento en el artículo 12 del tratado de Asunción y en correspondencia con el artículo 5 del Protocolo Ouro Preto”, señaló una carta que la canciller Delcy Rodríguez remitió a los miembros del bloque.
Sin embargo, la propia membresía plena de Venezuela al Mercosur es fruto de un ardid jurídico entre Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y José Mujica. En 2012, la hicieron entrar después de suspender a Paraguay apelando a la Cláusula Democrática del bloque, porque el ex presidente Fernando Lugo había sido destituido por el Parlamento. Los legisladores paraguayos se demoraban en ratificar la membresía venezolana, y al estar el país suspendido no pudieron hacer nada.
Ahora es el presidente Horacio Cartes el que venía pidiendo la Cláusula Democrática para Venezuela. Pero los demás socios no lo apoyaron, lo que en realidad es visto por analista como lo más sensato, en lugar de estar violando otra vez los instrumentos jurídicos al no dejarla asumir. Ahora, los paraguayos proponen que sea Argentina la que asuma la presidencia. Al país le correspondería el próximo turno, porque la rotación en el cargo es por orden alfábético. Fuente locales consultadas señalaron estar de acuerdo con ello, pero que si no hay consenso que la presidencia la manejen los llamados coordinadores nacionales de cada país.
Aunque la canciller Susana Malcorra es quien coordina esta agenda y siempre abogó por una posición jurídica intermedia y de diálogo con los venezolanos también en la OEA, Macri se mostró siempre muy crítico con el país caribeño. Esta semana, estuvo con ellos el titular de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, quien pidió más dureza con Maduro.
Desde el cambio de gobierno en Argentina, y después en Brasil, son tres los socios del Mercosur , junto a Paraguay, los países que condenan duramente al régimen chavista. Critican la persecución política y el encarcelamiento de los opositores. Y recuerdan que pese a ser miembro pleno desde 2012, el país no aprobó varios protocolos centrales en materia económica de esta unión aduanera. De hecho, en esas condiciones no puede ser parte de las negociaciones por una acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea