El gobierno argentino dejó en claro en la Organización de Estados Americanos quiénes son sus amigos. Se abstuvo de votar en las dos resoluciones aprobadas para impulsar el retorno a la democracia en Venezuela y Nicaragua. La nación no quiso presionar a Nicolás Maduro y Daniel Ortega a realizar elecciones libres y creíbles.
El Político
El canciller Felipe Solá se abstuvo, en consonancia con lo que pedía el régimen de Maduro. Igual ocurrió con Ortega.
La resolución aprobada en la OEA destaca "la falta de condiciones democráticas mínimas para garantizar unas elecciones legislativas libres y transparentes en Venezuela".
La resolución contó con 21 votos a favor, entre ellos Estados Unidos, Chile, Brasil, Uruguay, Colombia y la representación del gobierno interino de Venezuela. Dicho gobierno no es reconocido por el peronista Alberto Fernández.
Argentina se abstuvo, junto con Barbados, Belice, Granada, Guyana, México, San Cristobal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago, detalla Clarín: En contra de la resolución votaron sólo cuatro: Antigua y Barbuda, Dominicana, Nicaragua, y San Vicente y Las Granadinas.
A Nicaragua la OEA le exigió un proceso electoral sin fraude. El representante del régimen de Ortega aseveró que se trata de un complot contra su país. Culpó a Estados Unidos de ser el responsable.
"El régimen de Daniel Ortega se resiste a establecer reglas de juego transparentes para los comicios de presidenciales de 2021. Para ese momento buscará una nueva reelección, con la oposición política prohibida y censurada", recuerda Infobae.
El especialista en Relaciones Internacionales, Mariano Caucino, cuestionó la votación de Argentina en la Asamblea General de la OEA.
"Las constantes idas y vueltas del gobierno argentino en el sensible campo de los derechos humanos implican, en el terreno práctico, un endoso a los regímenes que los violan", aseveró en su cuenta en Twitter y en un artículo en Infobae.