La migración es con toda seguridad el tema que más polariza las sociedades europeas hoy, a medida que millones de personas del Medio Oriente y África buscan establecerse en el Viejo Continente.
El Político
Hace poco menos de una década, a Alemania, que entonces gobernaba la canciller Angela Merkel, la veían como un modelo de recepción de estos migrantes por razones humanitarias. En 2015, más de un millón de solicitantes de asilo ingresaron al país.
Sin embargo, hoy las actitudes en Berlín son otras. El mismo partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), está impulsando reformas para limitar la inmigración, ahora desde la oposición parlamentaria. No son los únicos. De hecho, este giro pudiera indicar el reconocimiento de que si no endurece la frontera, otro partido pudiera alcanzar el poder. Veámoslo a continuación.
Coincidencias llamativas
Una sesión del Bundestag, el parlamento germano, el viernes pasado, fue el escenario que puso sobre el tapete la intensificación de la polémica. Los adversarios del gobierno interpelaron a Nancy Faeser, ministra del Interior. Diputados de la CDU la señalaron de no tener control de la situación. Y hasta de ser un “Caballo de Troya” que agrava la crisis migratoria.
La CDU presentó un paquete de cambios que desea ver en práctica. La lista incluye el cese de todos los programa federales voluntarios de admisión y rechazar a aquellos solicitantes de asilo que ya pidieron el beneficio en otros países, o que ya fueron rechazados con anterioridad.
Faeser, militante del Partido Socialdemócrata Alemán (del canciller Olaf Scholz, cabeza de la coalición oficialista), desestimó las críticas y defendió el desempeño del gobierno en materia migratoria. En cambio, sus socios en la alianza de partidos gobernantes se mostraron más abiertos. Diputados del Partido Democrático Libre, por ejemplo, señalaron que se debe reconocer que hay un problema y que algunos planteamientos de la CDU eran razonables.
También los Verdes, el otro socio de la coalición, dijeron que hay cambios que urgen. Entre ellos, dar más recursos a los municipios que están atendiendo a la población recién llegada. Un planteamiento que refleja la situación de ciudades de Estados Unidos saturadas de migrantes (recientemente, el alcalde de Nueva York, advirtió que la ciudad podía ser “destruida” si no recibe más ayuda de Washington). Según reseña el diario Der Tagesspiel, los Verdes incluso han expresado la necesidad de aumentar las deportaciones.
Freno preventivo
Por su parte, el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) habló de una “invasión” de personas de las que la población nativa “necesita protegerse”. Además, acusó a la CDU de clamar por las mismas restricciones que su partido, aunque antes las habían rechazado.
Es posible que el partidos otrora más abiertos a la recepción de migrantes ahora estén cambiando de parecer por miedo al ascenso de AfD, el mayor enemigo de las políticas de puertas abiertas entre los grandes partidos alemanes. Actualmente, es el quinto con más escaños en el parlamento (78 de los 736).
No parece mucho, pero varias encuestas recientes coinciden en que la intención de voto por AfD ha subido vertiginosamente. Sería en tal sentido la segunda mayor fuerza política teutona, superada solo por la CDU y por encima incluso del partido del primer ministro Scholz.
Hay indicios de una inquietud compartida en el resto del espectro partidista ante este repunte. En la primera vuelta de las elecciones para la alcaldía de la ciudad Nordhausen, el candidato de AfP ganó con una abrumadora ventaja de casi 20 puntos porcentuales con respecto al segundo lugar, el actual alcalde. Pero en el balotaje, el domingo pasado, se revirtieron las cosas. El alcalde fue reelecto gracias el apoyo unido de todo lo que no fuera AfP.
Si limitar la migración es una de las principales banderas de Alternativa para Alemania, tiene sentido que los demás partidos, tratando de mitigar su crecimiento, la adopten en menor o mayor grado. Alemania no sería un caso único en tal sentido. En Francia, cediendo a las exigencias del partido de derecha Alineación Nacional, el presidente Emmanuel Macron autorizó la convocatoria de un plebiscito sobre una reforma constitucional en materia migratoria. Está por verse si a ambos lados del Rin tales maniobras tienen éxito.