En Estados Unidos la pandemia del coronavirus se ha cobrado más de 150.000 vidas y afecta a más de 4,4 millones de contagiados y estas circunstancias dispararán previsiblemente el voto por correo en las próximas elecciones presidenciales.
El Político
Según un reporte de ABC, un indicio de que será así se halla en el alto volumen de electores que han optado por esta modalidad en las primarias celebradas en distintos estados en los últimos meses, cuando el Covid-19 ya disuadía a muchos ciudadanos de acudir en persona a los centros de votación.
Donald Trump, quien aspira la la reelección, viene sembrando la duda sobre la limpieza del voto por correo, advirtiendo de que puede dar lugar a un fraude masivo. Entre las posibles irregularidades de las que ha alertado, figura desde el robo de papeletas en los buzones a la suplantación de identidad.
Por los momentos no hay evidencias de que se haya dado ese tipo de fraude a gran escala. Sin embargo, el fuerte aumento del voto por correo sí está suponiendo un mayúsculo desafío logístico para el complejo y atomizado aparato electoral estadounidense.
La organización de los comicios presidenciales en EEUU, a pesar de ser de ámbito nacional, depende en buena medida de cada estado, que establece sus propias normas. Las autoridades estatales determinan desde quién tiene derecho a votar hasta el procedimiento para ejercerlo. En el caso de la participación por correo, aunque todos los estados garantizan algún tipo de voto en ausencia, la regulación varía mucho de uno a otro.
En 16 estados solo se permite emitir el sufragio por correo a ciertos votantes que tengan una justificación que les impida acudir al centro de votación, como padecer una enfermedad o discapacidad, o trabajar precisamente para la organización de las elecciones, entre otras.
El aumento de la demanda del voto por correo a causa del coronavirus está llevando a diversos estados a introducir reformas que faciliten esa opción. Sin embargo, la experiencia de recientes primarias alerta del riesgo de que el operativo para las elecciones se vea superado por la avalancha de solicitudes para participar por vía postal.
Semanas para recontar votos en Nueva York
Es el caso de Nueva York, donde el pasado 23 de junio se votó para escoger candidatos a diferentes puestos en el Congreso. En la ciudad neoyorquina se emitieron por correo más de 400.000 votos, mientras que en 2008, cuando Barack Obama se alzó con la presidencia, solo hubo que recontar 76.258 papeletas de electores ausentes, según recoge «The New York Times».
La elección presidencial en EE.UU. se realiza a través de un sistema indirecto, según el cual en cada estado se elige un número determinado de compromisarios o miembros del llamado Colegio Electoral, en función de su población. Luego es ese Colegio Electoral, formado por 538 compromisarios, el que decide quién es el candidato ganador. En todos los estados menos Maine y Nebraska, el partido que obtiene la mayoría de votos se lleva la totalidad de los compromisarios en juego.
De acuerdo con la legislación estadounidense, la elección presidencial se celebra el primer martes después del primer lunes de noviembre, lo que en esta ocasión se corresponde con el próximo 3 de noviembre, si bien Trump sugirió este jueves retrasarla.
No obstante, los estados suelen contar con un periodo de voto anticipado, en el cual se puede acudir a depositar la papeleta días antes de la fecha fijada para la votación.
Además de la elección del presidente, ese mismo día se vota para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, gobernadores de once estados y dos territorios, y una gran variedad de otros cargos públicos de carácter estatal y local.
Fuente: ABC