El Congreso de Colombia archivó la reforma laboral que presentó el gobierno de Gustavo Petro, uno de los ejes de la campaña que lo llevó a la presidencia el año pasado.
El Político
Una comisión del Legislativo no logró la asistencia necesaria para avanzar en el primer debate, lo que hizo que se hundiera por falta de tiempo para seguir con su trámite en el Congreso.
El mandatario colombiano calificó el miércoles el fracaso de su tratamiento de “muy grave” y agregó que demuestra que los “dueños del capital y de los medios” lograron “cooptar” al Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador, reportó ElColombiano.
En contexto
La reforma laboral de Petro generó una fuerte polémica en Colombia, especialmente por las nuevas condiciones que proponía para algunos trabajadores y que -a juicio de varios expertos económicos- elevaba los costos laborales.
Entre las propuestas del gobierno estaba la priorización de los contratos a término indefinido -con lo que se aseguraba la estabilidad laboral de muchos trabajadores-, el aumento de los requisitos para que las empresas puedan realizar despidos y un aumento de los pagos a los trabajadores por jornadas de trabajo nocturnas, entre otros puntos.
El economista Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo -uno de los principales centros de investigación del país- afirmó recientemente que el aumento en los costos laborales para las empresas aumentaría el desempleo y la informalidad.
Marchas contras las reformas de Petro
Miles de colombianos salieron a las calles de las principales ciudades del país en medio de arengas de “No a las Petro-reformas” y “Somos mayoría” para protestar contra las reformas laboral, a la salud y pensiones presentadas al Congreso por el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Vamos a frenar las reformas en las que él (Petro) cree”, aseguró a EFE en Bogotá el excandidato presidencial ultraconservador Enrique Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, quien se refirió al mandatario como un “antidemócrata” que “miente” y que “tiene tendencias dictatoriales”.
Entre los manifestantes, que caminaron de forma pacífica, predominaron las camisetas blancas o de la selección nacional de fútbol, así como banderas colombianas, globos de colores y silbatos para llamar la atención.
Bautizada como “Marcha de la mayoría”, las manifestaciones aglutinaron a decenas de miles de personas en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cúcuta y otras ciudades, superando en número a las que salieron el pasado 7 de junio para apoyar a Petro y sus reformas sociales, consideradas por muchos como dañinas para el país.
¿Por qué es importante?
El Gobierno ―que tiene las mayorías en el Legislativo, a juicio del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco― también sufrió la derrota de la reforma política, una de las iniciativas que promovió el Pacto Histórico y que impulsó el expresidente del Senado Roy Barreras, según Semana.
Buscaba, entre otras, la financiación estatal del gobierno de las campañas, las listas cerradas, la paridad, entre otros. No obstante, se convirtió en un tiro en el pie para los partidos políticos medianos y pequeños que terminaron apartándose de la aprobación.
Al fin y al cabo, pretendía, entre otras, que congresistas saltaran de un partido a otro en una sola oportunidad, lo que anticipaba una desbandada de casas políticas y el fortalecimiento de las colectividades más fuertes, como el Pacto Histórico.
Ese traspié le dolió al presidente porque fue una de sus primeras frustraciones legislativas en un momento donde él se sentía seguro del respaldo de la coalición de gobierno que agrupaba al Pacto Histórico y a partidos políticos tradicionales como La U, el Liberal y el Conservador que, aunque no lo apoyaron en la campaña presidencial, le mostraron inicialmente simpatías en el Congreso.
Varias de derrotas de Petro
Otro de los proyectos donde el Gobierno resultó perdedor fue en el sonado proyecto de ley de humanización penitenciaria. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, sufrió un desgaste innecesario porque intentó explicar al país, especialmente a la oposición, sus críticas al proyecto, pero no logró convencer.
Colombia, especialmente los parlamentarios, no lograron entender que delitos como la injuria y la calumnia, la inasistencia alimentaria, entre otros, se eliminarán del Código Penal. Tampoco compartieron que los presos condenados en las cárceles pudieran salir de sus cárceles en el día, trabajar, y regresar en las noches.
Osuna fue varias veces a la Comisión Primera de la Cámara a explicar su proyecto. Incluso, logró desmontar varios artículos controvertidos, entre ellos, la inasistencia alimentaria tras las fuertes críticas del fiscal Francisco Barbosa y la procuradora, Margarita Cabello. Su iniciativa no tuvo eco y el legislativo optó por debatir, pero no aprobar ni siquiera la ponencia del proyecto. En otras palabras, murió sin mayor avance.
Entre líneas
La Ley de sometimiento, que pretendía que los grupos criminales se sometieran al marco de la ‘paz total’, tampoco corrió con suerte, reportó AP.
Aunque la iniciativa es clave para que el Gobierno cristalice sus intenciones de diálogo con grupos narcotraficantes, el Congreso ni siquiera quiso avanzar en ese tema. Lo más probable es que el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, radique nuevamente la iniciativa después del 20 de julio.
Otro de los golpes contra el Gobierno fue la frustrada intención de Gustavo Petro de quitarle dientes jurídicos a la Procuraduría. Aunque era casi una obsesión desde la campaña, su propuesta, consignada en un artículo del Plan Nacional de Desarrollo, tampoco fue aprobada en sus primeros meses de gobierno.
Hoy, como están las cosas, el ambiente entre el legislativo y la Casa de Nariño es incierto. Al presidente le están aprobando algunas iniciativas y otras se las hunden.
Conclusión
El rechazo a la reforma ha sido interpretado por algunos analistas como el nuevo tono que la mayoría de los partidos políticos tendría hacia Petro.
Además enfrenta una crisis política e institucional por señalamientos de posibles delitos durante su campaña y en el ejercicio de la presidencia.