El Político.- El Gobierno intervino la cadena mayorista Makro, una de las más grandes del mundo y que cuenta con 37 tiendas en el país, por supuestamente condicionar la venta de productos de primera necesidad, generalmente escasos en la nación.
El régimen apuesta por centralizar de una vez por todas el sector alimentario, colocando normas y grandes cercos a los negocios y empresas privadas en el país, obligandolos a vender por debajo del precio de inversión, generando grandes pérdidas, siendo el régimen los principales generadores de la crisis económica.
Entre narcotráfico y sanciones… Cóctel explosivo EEUU y Venezuela https://t.co/uqO6hpGM0V #ElPolitico pic.twitter.com/grdiSKhwuD
— El Político (@elpoliticonews) November 21, 2017
“En este momento nosotros tenemos una intervención en la red de distribución Makro (…) esa empresa le condiciona la venta (a los usuarios)”, dijo este martes, 21 de noviembre, el Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde) de Venezuela, William Contreras.
¿Querían intervención?
No hay alimentos, tampoco embutidos. No hay carnes ni galletas, ni productos de aseo personal. Aunque la escasez data desde hace tiempo, parece haber recrudecido con el asunto de intervención.
No hay alimentos de niños, pañales ni toallas. No hay harina, ni arroz y menos que menos la fulana pasta “que según la misma Sundde” dijo que ya había llegado el trigo durum para su producción (pero no hay).
Con la excusa de “defender al pueblo” el Gobierno sigue extinguiendo los escasos comercios que quedan. Que pasarán a ser igual o peor que los comercios Pdval (creados por el Gobierno).
Lamentablemente el futuro del mercado mayorista será igual al resto de los negocios intervenidos por el Gobierno “polvo y telaraña”.
Según cálculos de la oposición, el chavismo que gobierna Venezuela desde 1999 ha intervenido cientos de empresas de diversos sectores, principalmente alimentos.
La escasez de comida y medicinas se ha agravado en los últimos meses en el país caribeño cuando su economía entró en una espiral hiperinflacionaria, y mientras el Gobierno de Nicolás Maduro busca reestructurar la deuda externa, aunque ya varias entidades financieras la han declarado en suspensión de pagos.