El 27 de diciembre, un hombre de 50 años fue ingresado en el hospital universitario Jean-Verdier en la comuna de Bondy de Seine-Saint-Denis, con fiebre alta, síntomas de gripe estacional y neumonía severa, reportó una nota de El Confidencial
El Político
Ahora le acaban de informar de que, en realidad, estuvo infectado con el nuevo coronavirus, lo que situaría los primeros infectados en Francia casi un mes antes de la fecha oficial que se maneja hasta ahora (24 de enero). De confirmarse, el caso abre nuevas interrogantes sobre la llegada del virus a Europa y atiza las sospechas en torno a la cronología oficial de China sobre el brote del covid-19, del que avisó a la OMS el 31 de diciembre.
“Estaba sorprendido. No entendía cómo se había infectado”, dijo el doctor Yves Cohen, jefe de la unidad de cuidados intensivos del hospital Jean-Verdier y del hospital Avicenne, quien identificó a este paciente tras realizar pruebas PCR a los 24 casos sospechosos que registraron ambos centros en diciembre y enero, cuando todavía no se había identificado la enfermedad. Y él salió, dos veces, positivo. “No había viajado y menos a China”, explicó Cohen al canal BFMTV.
Las sospechas del equipo médico se centran ahora en la esposa, pescadera en un mercado en esa localidad cercana a París. Por su trabajo, ella podría haber tenido contacto con potenciales portadores del virus y haberlo "transmitido asintomáticamente” a su familia, dijo Cohen, quien publicará los resultados de su nuevo estudio esta semana.
¿De qué nos sirve esta búsqueda de los ‘pacientes cero’ para combatir la epidemia? A estas alturas, de muy poco. Por las características del nuevo coronavirus —altamente contagioso, con un elevado porcentaje de asintomáticos y un trance similar al de la gripe—, la primera persona en padecerlo y el momento preciso de la llegada en cada país son datos extremadamente complejos de comprobar, explica el profesor Fernando González Candelas, de la Universidad de Valencia, en una entrevista con El Confidencial.
"Cuando detectas un brote, estás viendo la punta de un iceberg. Siempre hay más casos abajo. Solo las enfermedades muy ‘espectaculares’ e inusuales -como el Ébola o las fiebres hemorrágicas- hacen que el primer caso llame la atención y se pueda llegar a aislar", apunta este catedrático en genética, quien ha participado en la secuenciación del genoma de los primeros casos del covid-19 infectados por el SARS-CoV2 en España.
Puede que la pregunta sobre el paciente cero ya no tenga tanta relevancia en esta fase de la crisis sanitaria. Pero sin duda va a ser crucial para dirimir las responsabilidades políticas -y geopolíticas- de una pandemia que ha confinado a más de la mitad de la población mundial y está arrasando con la economía global.
El virus ya estaba dentro
“El coronavirus, en Milán ya en diciembre”, abría su edición del 20 de abril el periódico Corriere della Sera. El rotativo italiano narraba la historia de una mujer de 41 años que el 22 de diciembre presentaba un cuadro de gripe severa con fiebre superior a los 37 grados. Cuatro días después, con 39 grados, acudió al hospital, donde fue tratada con antibióticos. A principios de enero, la paciente empeoró y una fortísima tos y dolor muscular se sumaron a la fiebre. El diagnóstico apuntaba a que se puede tratar de una pulmonía.
A inicios de febrero, la paciente recibe el alta. En todo este tiempo ninguno de los doctores había pensado que pudiera tratarse de coronavirus. “Sólo un neumólogo me preguntó si había estado en China”, declaró al diario italiano la mujer, quien sería portadora de los anticuerpos del virus según un reciente estudio.
Un caso similar en Italia fue el de Silvia, quien relató su propia experiencia en Facebook : “He tenido el Covid tras regresar de África”, escribió la mujer. Ocurrió también en diciembre pasado y en su caso, tras “una fiebre violenta y fortísima que el médico diagnosticó como gripe estacional”, se acabó curando con paracetamol y cortisona. Ella también ha descubierto ahora con un análisis de sangre que tiene los anticuerpos del coronavirus: “Supongo que hay muchos más casos como el mío”.
Las implicaciones de haber detectado tarde que el coronavirus ya campaba por Europa las explicaba el doctor italiano Pierluigi Lopalco en una entrevista con El Confidencial en la que daba las claves de por qué la región más rica de Italia era la más afectada: “Lombardía ha pagado el precio de una epidemia que ha comenzado de forma silenciosa (…) Buscábamos el virus en personas que venían de China, o que habían tenido contacto con China, y el virus estaba ya en el territorio”. Cuando comprendieron eso, dejaron la inútil búsqueda del ‘paciente cero’ y se concentraron en los casos sospechosos, destapando la brutal epidemia. La única opción a esas alturas era el confinamiento.
¿Les suena?
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Nota de El Confidencial