Nicolás Maduro, de 60 años, gobierna un país antaño rico cuya economía ha sido destruida por años de mala gestión. Venezuela lidera el ranking mundial de reservas de petróleo.
El Político
De acuerdo con Financial Times, la verdad de lo que sucede en Venezuela no aparece reflejada en las noticias de la noche. En el centro histórico, los trabajadores del sector público protestan contra sus salarios, de 11,14 dólares al mes, apenas suficientes para comprar un Happy Meal de McDonald’s en Caracas.
José Antonio Cádiz, un trabajador de la salud de 19 años, marchó con una réplica de riñón en la mano. "Eso es todo lo que tenemos para comer los venezolanos", dijo. "Despojos".
@fevemaestros Maestros activos y jubilados siguen en la calle por sus derechos contractuales hoy en todas las regiones del país pic.twitter.com/fGiT6txMir
— FVMaestros (@fevemaestros) January 16, 2023
¿Por qué es importante?
A medida que Maduro se acerca al décimo aniversario de su llegada a la presidencia, el 8 de marzo, sigue teniendo mucho control, utilizando tanto la represión a la vieja usanza como técnicas más modernas, como el contenido mediático generado por Inteligencia Artificial (IA).
Maduro superará este hito a pesar de los esfuerzos de muchos líderes occidentales. Hace tres años, Estados Unidos y otros gobiernos declararon a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional, presidente legítimo en un intento de derrocar a Maduro.
Represión y censura
La represión y la censura han sido herramientas clave para el régimen de Maduro.
Un informe de Naciones Unidas de 2019 documentó un número "escandalosamente alto" de presuntas ejecuciones extrajudiciales, que ascienden a varios miles.
La Corte Penal Internacional está investigando tras determinar que "existe una base razonable para creer que se han cometido crímenes de lesa humanidad… en Venezuela".
Bajo el mandato de Maduro, los medios de comunicación independientes han sido perseguidos, los partidos políticos controlados o cerrados, los políticos de la oposición encarcelados, el Congreso marginado y el poder judicial doblegado a la voluntad del régimen.
Entre líneas
María Ángela Holguín, que trató con Maduro como ministra de Exteriores de Colombia entre 2010 y 18 años, dice que los gobiernos de todas partes -de EEUU, la UE, América Latina y la propia oposición venezolana- lo han subestimado. "No es tonto, está bien asesorado y le han ayudado los errores estúpidos cometidos por sus enemigos".
Ex conductor de autobús y activista sindical que recibió formación política en Cuba, Maduro ha demostrado ser un astuto superviviente.
Su gobierno socialista, sometido a sanciones por EEUU y la UE, se ha acercado a sus principales aliados: Rusia, China, Cuba e Irán.
Además de los militares, cuenta con poderosos apoyos no estatales: mineros de oro ilegales, traficantes de cocaína y guerrillas marxistas colombianas, según funcionarios estadounidenses.
Dado el fracaso de la campaña de "máxima presión" emprendida por el ex presidente Donald Trump para obligarle a abandonar el poder, los esfuerzos se centran ahora en tratar de engatusar a Maduro para que negocie unas elecciones presidenciales libres y justas el próximo año. Los avances han sido mínimos.
"Maduro no ha entablado negociaciones porque siente que está en una mejor posición y puede jugar a las negociaciones largas", dice Michael McKinley, un ex alto diplomático del Departamento de Estado. "Si eres Maduro, estás pensando que no hay mucho que tenga que hacer en términos de concesiones durante algún tiempo".
Enemigo del pueblo
Más de uno de cada cinco venezolanos ha huido al extranjero. Se trata de un hecho que ha desencadenando la peor crisis humanitaria del continente americano en los tiempos modernos.
"Al principio pensamos que por ser un presidente de la clase trabajadora estaríamos representados", dice la manifestante Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas. "Maduro se ha convertido en el peor enemigo de las clases trabajadoras porque hoy vivimos en la pobreza extrema".
Por su parte, Asdrúbal Oliveros, director de la consultora caraqueña Ecoanalítica, expresó que "es difícil encontrar otro país que se haya contraído tanto sin una guerra o un desastre natural", dijo. "Los años de Maduro han sido los peores de la historia económica venezolana".
Al silenciar a sus críticos, Maduro ha sobrevivido a una serie de decisiones desastrosas en materia económica. El año en que asumió el poder, el PIB de Venezuela era de 373.000 millones de dólares, lo que la convertía en la cuarta economía de América Latina, por detrás de países mucho más grandes como Brasil, México y Argentina.
Lo cierto es que Maduro gobierna un país cuyo declive económico es uno de los peores de los últimos 30 años.
Estado autoritario con una economía en quiebra
El riesgo es que otro mandato de Madur abra la perspectiva de que Venezuela siga siendo durante años un Estado autoritario con una economía en quiebra, que recuerde al Zimbabue de Robert Mugabe. Sin embargo, los observadores son cautos a la hora de predecir un resultado político diferente.
"La estrategia actual sobre Venezuela no ha funcionado, así que tenemos que probar otra cosa", dice Christopher Sabatini, miembro senior de Chatham House que ha estado liderando un proyecto para promover el diálogo sobre el futuro político de Venezuela. "El Gobierno de Guaidó fue un fracaso, pero proporcionó un punto de unión que ya no existe".
En estos 10 años de batallas, hemos aplicado la fórmula Hugo Chávez: conectarnos, movilizar y activar al Pueblo en todas las coyunturas. Por encima de cualquier dificultad, confiamos en la fuerza creadora popular. pic.twitter.com/ggG4orMUnl
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) March 6, 2023
En conclusión
Funcionarios estadounidenses y líderes de la oposición venezolana insisten en que el régimen de Maduro es más frágil de lo que parece.
La invasión rusa de Ucrania ha complicado la relación de Maduro con Moscú. A Venezuela le está resultando más difícil contrabandear su crudo pesado sancionado a los mercados asiáticos ahora que se enfrenta a la competencia de mezclas rusas de mejor calidad.
"Maduro no ha consolidado el poder", dice Julio Borges, que fue ministro de Exteriores de Guaidó. "Es un superviviente, pero no es querido por el país, no es admirado por las Fuerzas Armadas ni por su partido. … Es como el croupier del casino que está repartiendo cartas todo el tiempo para que siga la partida".
Washington y Bruselas esperan que las zanahorias de un mayor alivio de las sanciones y una mayor legitimidad internacional animen a Maduro a conceder suficientes reformas para dar a la oposición una oportunidad de ganar las elecciones presidenciales del próximo año. Pocos son optimistas de que esto tenga éxito, pero aún menos ven una alternativa.
"El escenario ideal sería que a Maduro y a su círculo íntimo se les ofreciera un ‘puente dorado’ para salir del país o incluso permanecer en Venezuela sin ser perseguidos, a cambio de elecciones limpias y algunas garantías de participación política para los perdedores", dice el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos. "Pero el escenario más probable es que Maduro negocie algunas reformas (…) y luego convoque elecciones dirigidas, que gane".
Tanto si se mantiene en el poder como si cede, Venezuela ha cambiado. "Incluso si Maduro se subiera a un avión y se llevara a 40 de sus peores hombres con él, los problemas en Venezuela son casi inmanejables", dijo Pedro Burelli, ex miembro de la junta directiva de la petrolera estatal PDVSA.
"Tienes a las guerrillas [colombianas] del ELN y las Farc, a los mineros ilegales, a los narcotraficantes y a un aparato de seguridad estatal criminalizado y poco fiable. El país está absolutamente jodido".
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