Ana Frank, la joven judía que escribió el famoso diario, que narra parte de las atrocidades cometidas por los nazis hacia el pueblo judío, durante la Segunda Guerra Mundial, podría haber sido traicionada junto a su familia, por un destacado miembro de la sociedad judía, obligado a ser colaboracionista con el régimen alemán.
El Político
En una nueva investigación realizada durante seis años, que se apoyó en inteligencia artificial, se pudo aislar un nombre. Se trata de Arnold van den Bergh, destacada figura de la comunidad judía en Ámsterdam. Este habría sido un posible delator del escondite de Ana Frank y su familia.
El uso de nuevas técnicas, como los algoritmos, permitieron a los investigadores procesar muchos datos y dibujar en el presente las conexiones existentes entre infinidad de personas investigadas y los lugares geográficos, que padecieron el Holocausto.
En contexto
Ana Frank, con apenas 15 años, escribió su diario entre 1942 y 1944. Ana y su familia permanecieron ocultos de forma clandestina en un apartamento de Ámsterdam, durante dos años.
Sin embargo, el ejército alemán ubicó el escondite. La familia fue arrestada. Esto ocurrió gracias al posible delator Arnold van den Bergh, un prominente miembro del Consejo Judío de Ámsterdam.
Apenas un año después de la captura, Ana Frank murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Ese fue un grupo de ciudadanos judíos, quienes fueron obligados por los nazis a implementar la política segregacionista en los sectores judíos. Adicionalmente, los nazis impusieron a los judíos —además— organizar las deportaciones.
Este grupo de judíos —forzados al colaboracionismo— fue disuelto en 1943. Sus integrantes fueron llevados a campos de concentración.
Final no tan feliz
Sin embargo, el equipo de investigadores pudo determinar que Arnold van den Bergh no fue enviado a los campos de concentración y continuó viviendo en Ámsterdam. Allí siguió suministrando información a los nazis. Posteriormente, Van den Bergh habría muerto de cáncer en el año 1950.
En todo caso, la investigación no es del todo concluyente. Miembros del Museo Ana Frank aseguran que se requieren más investigaciones. Solo así se podrán esclarecer a fondo los horrores cometidos por los nazis contra el pueblo judío durante el Holocausto.