En tan solo un par de años, el economista argentino radicalmente liberal Javier Milei ha tenido un ascenso espectacular en su faceta como político. Con un partido hecho a su imagen y semejanza, en 2021 ingresó al Congreso como diputado. Para algunos, debido a su contienda contra el pleno de lo que denomina "la casta" (la clase política tradicional argentina), no pasaría de ser un actor marginal sentado en su curul.
El Político
Pues bien, ahora luce como uno de los favoritos para ganar la presidencia de su país en las elecciones de este año. Fue el aspirante más votado el pasado domingo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), una especie de simulacro que antecede a la elección definitiva.
Desde luego, ningún sector de la política argentina se siente tan incómodo por la posibilidad de un "presidente Milei" como el peronismo de izquierda actualmente en el gobierno. Las reacciones no se hicieron esperar. Entre las más notables, la del ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. El funcionario auguró que, de llegar Milei a la Casa Rosada, habrá "sangre y muertos" en Argentina. ¿A qué se refiere? ¿Veamos?
Acusación por adelantado
Fernández ofreció las sórdidas declaraciones durante una entrevista con la radio local Cadena 3 Argentina. "Si lo que ellos dicen, es lo que van a hacer, esto solo se cierra con represión. Vuelvo a repetirlo. Si lo que dicen que van a hacer, lo van a hacer, solo cierra con represión. Van a tener muertos, van a tener sangre".
Ello en alusión a los grandes cambios que proyecta Milei en su país. La lista incluye eliminar el Banco Central de la República y reemplazar el peso argentino por el dólar estadounidense. También acabar con varios ministerios, subsidios y políticas sociales que considera inútiles.
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Esta no es la primera vez que Fernández hace un augurio sobre violencia en caso de que los detractores del peronismo lleguen al poder. En abril, usó las mismas palabras. "Las calles van a estar regadas de sangre y de muertos”, vaticinó. En esa ocasión aludió al expresidente Mauricio Macri, cuyos aliados también buscan la máxima magistratura, con la exministra Patricia Bullrich como candidata.
Macri a su vez hablaba de Milei. "Él dice que hay que dinamitar todo. Hay que semi dinamitar todo", señaló el exmandatario. Fernández preguntó a continuación: "¿Cómo se dinamita sin que no haya heridos o sangre?"
¿Protestas o disturbios?
Ahora bien, para que haya la represión que Fernández atribuye a un hipotético gobierno de Milei, presuntamente tendría que haber protestas contra el mismo. Bien sean pacíficas o violentas.
Lo cierto es que los seguidores del actual gobierno no tienen un historial de manifestaciones ajustadas al criterio pacifista. Por ejemplo, el mes pasado un grupo de ellos asaltó la legislatura de la provincia de Jujuy. Así se expresaron en contra de una reforma a la Constitución del ente federal impulsado por el gobernador Gerardo Morales, militante del partido Unión Cívica Radical, que ha sido enemigo del peronismo desde hace décadas.
Jujuy es, a propósito, una de las 16 provincias argentinas en las que Milei fue el candidato más votado en las PASO.
Kirchneristas asaltan violentamente la Legislatura de la provincia de Jujuy, donde gobierna uno de los precandidatos presidenciales opositores, Gerardo Morales. pic.twitter.com/F3kPvwN8eH
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) June 20, 2023
Un favorito de la polémica
Volviendo a Aníbal Fernández, pues cabe señalar que en su biografía de Twitter se identifica como "incondicional de [el presidente] Alberto [Fernández] y [la poderosa vicepresidente y exmandataria] Cristina [Fernández de Kirchner, o CFK]". En efecto, el ministro de Seguridad tiene una larga trayectoria de la mano del movimiento kirchnerista y es visto como una de sus fichas más fieles. Ocupó varios cargos en los gobiernos de Néstor Kirchner y CFK, incluyendo la jefatura del gabinete.
Tal militancia intensa en el seno de una facción que no se caracteriza precisamente por la cordialidad hacia sus adversarios le granjeó una reputación de radical. También un cúmulo de polémicas y señalamientos. En 2008, el Partido Obrero, una pequeña agrupación política, demandó a Fernández ante un tribunal por supuesta difamación. Fernández había acusado a sus miembros de estar involucrados en el incendio de unos trenes. Una década más tarde, una juez ordenó al ministro compensar económicamente a los demandantes por los daños sufridos.
En 2015, pocos días antes de elecciones para la gobernación de la provincia de Buenos Aires en las que Fernández era candidato, uno de los hombres condenados por el homicidio de tres empresarios, lo acusó de ser el autor intelectual de los hechos. Sin embargo, luego negó conocer a Fernández y su denuncia no tuvo repercusiones legales. Eso sí, Fernández perdió la elección.