Unidos por tendencias políticas similares y unarecia oposición al gobierno de Maduro, ambos dirigentes tendrán que hilar fino para lograr los respaldos necesarios para mantenerse en sus cargos.
El Político
El 5 de enero, dentro de pocos días se llevará acabo la elección del Presidente de la Asamblea Nacional venezolana, en manos de la oposición, pero debilitada mediante una calculada estrategia de Nicolás MAduro y su equipo, con el fin de cercenarle el poder y el apoyo logrado por la oposición al régimen.
Una estrategia parecida afronta Luis Almadro, secretario general de la OEA, quien aspira a la reelección de un organismo repotanciado, donde los países del Caribe suelenalinearse a favor del gobierno socialista venezolano.
El 5 de enero se elige directiva del parlamento
El diputado de Voluntad popular intentará el 5 de enero renovar su mandato al frente del parlamento y continuar como presidente interino de Venezuela. Aunque había un acuerdo de recambio anual de autoridades, pidió un año más para cumplir con su compromiso de ponerle fin al régimen chavista y convocar a elecciones libres. Parece tener los votos, pero sin duda será un sesión tormentosa en la cual puede ocurrir cualquier cosa, entre otras, que los parlamentarios voten por internet.
Guaidó busca ser ratificado como presidente de la entidad legislativa y en consecuencia del mandato de presidente interino de la República, de acuerdo con el artículo 233 de la Constitución nacional.
Guaidó no ha podido cumplir con su promesa básica: cese de la usurpación de Nicolás Maduro en el poder, gobierno de transición y elecciones libres. Por eso ha solicitado a sus aliados un año más al frente de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición desde 2015.
Los asambleístas de "Vente Venezuela" que responden a María Corina Machado son algunos de los opositores que le han quitado su apoyo a Guaidó.
“No la tiene fácil Guaidó, pero será reelecto. No podemos darnos el lujo de tener a otro líder político preso o en el exilio. Vamos a contar los votos uno a uno para que Voluntad Popular retenga el cargo”, es la opinión mayoritaria.
La renovación de la directiva de la Asamblea Nacional de Venezuela será el 5 de enero. Los tres cargos, presidente y dos vicepresidentes se escogen por mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los diputados asistentes a la sesión. El mínimo de quórum son 84 congresistas y según los cálculos del grupo que apoya al actual presidente de la AN, hay 93 votos para ratificarlo. Pero fuentes consultadas por Infobae dijeron que esperan todo tipo de maniobras por parte de Maduro para restarle votos al actual presidente de la Asamblea y complicar su reelección.
El enviado especial para Venezuela de la Casa Blanca, Elliott Abrams, denunció que “el régimen está haciendo una mezcla de amenazas, exilios forzados, detenciones y sobornos para evitar la reelección”.
Algunos parlamentarios han expresado que no votarán por Guaidó. Se trata de disidentes de la oposición, algunos vinculados en escándalos de corrupción, así como integrantes de la fracción 16 de julio. Son 13 diputados que forman parte de “Vente Venezuela”, partido liderado por María Corina Machado, cuyos detractores califican de extrema derecha.
La conducción de la AN en manos de Guaidó propuso un golpe de timón con cambios en el reglamento de debates de la entidad parlamentaria y se permitió que al menos 30 diputados que están en exilio puedan votar vía digital en las sesiones que serán convocadas en los próximos días. Pero dos días más tarde, el Tribunal Superior de Justicia anuló esa decisión.
La medida fue impugnada por algunos parlamentarios militantes de partidos opositores. Uno de los denunciantes, Jesús Peña, dijo a la prensa local que la modificación busca anular la participación de los diputados suplentes ante la ausencia de los principales. “Las votaciones nunca han sido por internet, en este caso es la presencia física la que valida las decisiones que se tomen en la AN”.
Por el sector oficial, más asambleístas se sumarán a la demanda de nulidad en las próximas horas.
Apoyo internacional
El politólogo Luis Salamanca opina que “los cambios en el reglamento de debates es una respuesta propia de estos tiempos. En Venezuela se están usando las tecnologías digitales para lo alevoso y en este caso se fomenta la participación de los perseguidos políticos o de quien no puedan llegar a integrase a alguna de las sesiones de la AN”.
Advirtió que el gobierno de Maduro hará lo imposible para que Guaidó no sea reelecto. “Va a invalidar en el Tribunal Supremo de Justicia la reforma del reglamento de interior y debates, van a quitar la luz y el internet a la sesión de la AN y seguramente perseguirán a más diputados”.
“El proceso que abrió la oposición en enero de 2018 no se ha cerrado. Todavía Guaidó maneja un movimiento político variopinto con muchas dificultades internas. Este grupo quiere un cambio pero debe reestructurar su estrategia ya que el mantra que se usó no se dio. No hubo cese de la usurpación, gobierno de transición o elecciones libres. En este momento solo está en el tablero el tema electoral cómo presionar a Maduro para que permita que haya comicios competitivos en Venezuela”.
Esta gente que manda en Venezuela está aferrada al poder y han bloqueado institucionalmente a la Asamblea Nacional, entidad que se resiste a ser destruida
Entre los activos del presidente de la Asamblea Nacional está el del apoyo internacional que ha recibido, “por eso es tan importante para él su reelección. El respaldo que ha conseguido Guaidó nunca antes lo logró nadie en la historia contemporánea de Venezuela. Maneja embajadas, así como las refinerías de Citgo en los Estados Unidos, y otros activos de la nación en el extranjero. Es un presidente paralelo que no ha podido sacar a Maduro de su posición”.
Pero “Maduro aprendió a resistir y a permanecer en el poder a costa de lo que sea. Es un gobernante autoritario que ha logrado atrincherarse bajo el apoyo del Alto Mando militar.
Advierte que “Juan Guaidó sigue siendo el líder más importante de la oposición de Venezuela. Su error fue crear expectativas de cambio sin decirle a la gente cual es la verdadera correlación de fuerzas entre las instituciones. Ha pasado casi un año desde su irrupción en la escena pública y su figura aún genera confianza en la población. Y si en Venezuela hay elecciones libres, la oposición unida puede ganar con amplia mayoría”.
Almagro tiene que conectarse con los países del Caribe
Otro dirigente, que tendrá que afrontar disiedencias es el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pues el poder desgasta y otros aspiran sobre todo en un organismo que ha recuperado liderazgo en América.
El 20 de marzo de 2020, 34 países miembros de la OEA van a elegir a su secretario general para los próximos cinco años, justo cuando el organismo panamericano ha recuperado la importancia de otros tiempos y en medio de las convulsiones políticas y sociales que sufre el continente.
Los países más poderosos se emplearán a fondo para imponer a quien mejor defienda sus intereses. Los votantes decidirán si aumenta, disminuye o desaparece la presión diplomática contra la revolución bolivariana, foco de tensión constante que pulveriza cualquier posibilidad de agenda común.
Tres dirigentes ya han adelantado su candidatura, incluso están en precampaña, con el uruguayo Luis Almagro a la cabeza. Se medirá a la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, antigua ministra de Exteriores de Rafael Correa, y al veterano diplomático peruano Hugo de Zela. Cualquiera de los tres, y quien se presente a última hora, deberán contar con el apoyo de, al menos, 18 de los 34 países.
La nueva batalla ideológica de América se librará en Washington precisamente cuando la OEA ha recobrado bríos ya olvidados, emergiendo por encima de las agonizantes Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), impulsadas ambas por Hugo Chávez y Lula da Silva.
Decidirán los países del Caribe
Un largo y sostenido plan de ayuda a los países del Caribe ha beneficiado a Venezuela. Si bien los planes de mutua cooperación vienen de los tiempos del demócrata Carlos Andrés Pérez. Hugo Chavez ejerció un liderazgo especial sobre la zona, que incidirá en la elección dle secretario general de la OEA, si Almagro quiere la reelección tendrá que tender puentes aeste sector.
Los países caribeños, tradicionales aliados de Maduro y de Cuba, tienen su propia candidata en Espinosa, muy cercana también a Nicaragua, México y Argentina, con lo que sumaría otra decena de apoyos. Antigua y Barbuda además de San Vicente y las Granadinas presentaron su candidatura, para la que cuentan con las otras pequeñas islas.
"No me gusta lo que le ha hecho [Almagro] a la OEA y no me gusta cómo está implementando una agenda neoliberal", advirtió Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente, una isla que supera escasamente los 100.000 habitantes.
Nicolás Maduro prometió relanzar PetroCaribe,un programa basado en abastecer de combustible barato a sus amigos caribeños. Sólo un milagro conseguiría levantar ahora la producción petrolera de Venezuela, pero Maduro sabe que parte de su futuro político también se juega en la batalla de la OEA.