La principal agencia de inteligencia exterior de China allanó las oficinas de la consultora Capvision en Pekín y otras ciudades chinas, en el marco de una ofensiva contra las empresas extranjeras que facilitan datos económicos confidenciales.
El Político
La agencia de noticias oficial, Xinhua, reporta que no es la primera vez que esto sucede. La presión sobre las empresas extranjeras que operan en China es cada vez mayor, esto, impulsado principalmente por consideraciones de seguridad nacional.
Capvision es uno de los principales proveedores de servicios de consultoría y cuenta con el respaldo de más de 450.000 expertos que asesoran una amplia gama de industrias y regiones.
Presión y represión
A medida que el gobierno de Xi Jinping endurece el control sobre las empresas, crecen los temores y se minimizan los esfuerzos por atraer de nuevo a los inversores extranjeros, tras el levantamiento de las restricciones impuestas por la pandemia COVID-19.
Los investigadores visitaron simultáneamente sucursales de Capvision en Pekín, Shanghái y los centros de producción de Suzhou y Shenzhen, en el sureste del país, además de otros lugares que los medios de comunicación estatales no identificaron.
Funcionarios del Ministerio de Seguridad del Estado, la policía y los organismos reguladores del mercado interrogaron al personal, según las notas emitidas por las agencias de noticias.
No hubo noticias sobre detenciones o encarcelamientos, aunque los informes afirmaban que se habían abierto investigaciones sobre la empresa y el "personal implicado en el caso de acuerdo con la ley".
No se dieron detalles sobre las cuestiones legales concretas en juego, y los medios de comunicación estatales no dieron las fechas exactas de las redadas en Capvision, que tiene su sede en Nueva York y Shanghai.
"En los últimos años, con el fin de llevar a cabo la estrategia de contener y reprimir a China, algunos países occidentales se han vuelto cada vez más desenfrenados en el robo de inteligencia e información relativa a la industria militar, la economía y las finanzas de nuestro país", dijo el lunes la cadena estatal CCTV.
En el informe se afirmaba que las empresas consultoras nacionales eran instrumentos para robar esos secretos.
"Algunas empresas consultoras nacionales tienen escasa conciencia de la seguridad nacional y tratan de beneficiarse económicamente saltándose las barreras legales", afirmaba el reportaje de la CCTV.
A manera de conclusión
Los cambios introducidos en la ley de espionaje otorgan a las autoridades poderes para acceder a información electrónica.
La ley abarca todos los "documentos, datos, materiales y artículos relacionados con la seguridad nacional", según la agencia oficial de noticias Xinhua. No está claro cómo se define la seguridad nacional.
Las empresas extranjeras y las agencias gubernamentales llevan años recomendando a sus empleados que visitan China que no lleven ordenadores ni teléfonos móviles con información confidencial, ya que podrían ser incautados por las autoridades o robados por espías industriales.
Las medidas enérgicas son el telón de fondo de los esfuerzos oficiales por invertir el declive del interés de las empresas extranjeras en China.
El partido gobernante quiere que las empresas extranjeras de coches eléctricos y otros sectores aporten tecnología y competencia para obligar a las empresas chinas a mejorar.