El gobierno alemán rechazó las acusaciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que Alemania protege y acoge a terroristas kurdos e insistió en que no callará ante los ataques a las libertades cívicas.
"Queremos seguir teniendo una relación constructiva y estrecha con Turquía", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, para añadir que "ello no hará que nos tapemos la boca cuando están en peligro la libertad de prensa y opinión".
El ministro respondió así a las acusaciones de Erdogan, quien acusa a Alemania de haber acogido en el pasado a las organizaciones terroristas kurdas y de haberse convertido ahora en el patio trasero de la "Organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", al que acusa de haber orquestado el fallido golpe de Estado del 15 de julio.
Las relaciones entre Berlín y Ankara están seriamente dañadas desde hace meses, pese los sucesivos intentos por parte de Steinmeier de suavizar los disensos bilaterales.
La canciller, Angela Merkel, calificó ayer de "altamente alarmante" las continuas restricciones a las libertades de expresión y prensa en Turquía y advirtió de que este asunto tendrá "un papel central" en las negociaciones de Ankara con la Unión Europea (UE).
La jefa del Gobierno aludió a la reciente detención de trece periodistas del diario opositor "Cumhuriyet" y aseguró que su Gobierno tiene "grandes dudas" de que ese "triste" episodio respete los principios de un Estado de derecho.
Merkel afirmó, además, que sigue de cerca todos estos procesos y garantizó su solidaridad a todos los periodistas y personas que luchan en Turquía por la libertad de prensa y expresión en "condiciones difíciles".
Can Dündar, exdirector del mencionado rotativo, está exiliado en Alemania y desde este país ha reclamado reiteradamente la intervención tanto de Berlín como de Bruselas en favor de los medios críticos a Erdogan que, como "Cumhuriyet", sufren el acoso del Gobierno turco.
Con información de EFE