La primera visita de un dirigente extranjero desde la formación del nuevo Gobierno israelí, no resultó tan alentadora para el gabinete que preside Benjamín Netanyahu. Heiko Mass, ministro de Exteriores expresó su preocupación por la intención de la anexión israelí.
El Político
El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, ha expresado en Jerusalén su "honesta y genuina preocupación" por la intención del primer ministro Benjamin Netanyahu de aplicar la soberanía de Israel sobre los asentamientos judíos y el Valle del Jordán, situados en las zonas que ocupó en la guerra del 67.
La anexión del 30% de Cisjordania se enmarca en el plan del presidente estadounidense Donald Trump que también contempla la creación de un Estado palestino, aunque en parámetros muy alejados de la demanda palestina. Cómo por ejemplo, que Jerusalén Este sea su capital.
“No es compatible con la ley internacional”.
En la rueda de prensa con su homólogo israelí, Gabi Ashkenazi, Maas afirmó: "Como amigo de Israel estoy preocupado. Coincido con la Unión Europea de que la anexión no es compatible con la ley internacional. Nosotros apoyamos la solución de dos Estado negociada y aceptada mutuamente. Gabi, me has dicho que estáis preparados para la negociación inmediata con los palestinos. Es tiempo para la diplomacia".
Ashkenazi elogió "la gran amistad de Alemania", señalando que su posición es tenida en cuenta. "El ‘Plan Trump’ será adoptado de forma responsable en plena coordinación con EEUU, en respeto a los acuerdos de paz y en diálogo con nuestros vecinos. Esperamos que la comunidad internacional aclare a los palestinos que su rechazo a hablar sobre el plan no promoverá sus intereses", dijo.
En sus reuniones con Ashkenazi, el ministro de Defensa, Benny Gantz, y Netanyahu, Maas intentó recabar información sobre si el primer ministro realmente anunciará la anexión a partir del 1 de julio. La fecha impuesta al centrista Gantz en el pacto de Gobierno -alcanzado para acabar con un año de bloqueo- es la misma en la que Berlín asumirá la presidencia del Consejo de la UE y del Consejo de Seguridad de la ONU. Los interlocutores israelíes, por su parte, quisieron conocer de primera mano si ello implicarán sanciones europeas, tal y como advierten diplomáticos y altos funcionarios de la UE. Este tenso escenario coloca en un dilema al principal aliado de Israel en el Viejo Continente. Por un lado, desea mantener su especial alianza en el 55 aniversario de sus relaciones. Por otro, coincide con la posición de Bruselas sobre la fórmula para resolver el conflicto israelopalestino y no con la de Washington.
Maas indicó a sus interlocutores israelíes que Alemania no apoya la política de sanciones de varios países europeos contra Israel como represalia en caso de anexión pero avisó que le costará frenarlas e insinuó que varios de ellos podrían reconocer el Estado palestino. Maas combinó el consejo, aviso y ruego.
Maas llegó en búsqueda de una respuesta que quizá ni Netanyahu conoce hoy ya que aún no dispone de la luz verde de Trump, centrado ahora en problemas domésticos más urgentes. EEUU lo condicionaría a la aceptación de los centristas Gantz y Ashkenazi. Los dos ex jefes del Ejército representan el estamento de seguridad, que teme como reacción una ola de ataques palestinos y el daño en la cooperación estratégica con Jordania. De ahí que se especule con la posibilidad de que no será una anexión del 30% del territorio, sino sólo de los tres principales bloques de asentamientos.
Reconocer la realidad de las comunidades israelíes
Tras su reunión con Maas y en clara alusión a las colonias, Netanyahu le dijo que "cualquier plan realista debe reconocer la realidad de las comunidades israelíes en el terreno y no fomentar la ilusión de la expulsión de las personas de sus casas".
El líder del Likud cree que la ventana del plan puede cerrarse en noviembre si Trump es derrotado por Joe Biden. De momento, afronta no sólo la oposición palestina e internacional, sino también la interna. Según el último sondeo, el 46% de israelíes se opone a la anexión según el plan de Trump por 34% a favor. El 4% lo considera la principal misión del Gobierno mientras el 69% ve como máxima prioridad la crisis económica causada por la pandemia.
Deutche welle, aurora