El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, viajó la tarde de ayer a EE.UU. para realizar un par de diligencias en la capital de ese país.
Varios funcionarios del Cabildo acudieron al aeródromo capitalino para despedirlo. Entre ellos, la gerente de la empresa municipal de transporte, Alexandra Pérez; el gerente de la empresa Metro de Quito, Mauricio Ánderson; el secretario metropolitano de Movilidad, Darío Tapia, y su colega de Seguridad, Juan Zapata.
El Alcalde viajó acompañado de Gastón Velásquez, exprocurador (abogado) municipal y actualmente encargado de la presidencia de la Comisión Quito Honesto.
Antes de su partida, el titular del gobierno capitalino manifestó que va a Washington para pedir al Departamento de Justicia que revele información completa, incluidos los nombres de los funcionarios ecuatorianos involucrados en la recepción de sobornos de la empresa Odebrecht a cambio de contratos.
Anunció, así mismo, que acudirá ante las entidades encargadas de la defensa de los Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA). Ante ellos denunciaría lo que considera una persecución política en contra de su administración a propósito del caso Odebrecht.
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Horas antes de su comparecencia ante los medios se refirió al tema y a la detención de Mauro T., quien es procesado por la Fiscalía por defraudación tributaria y a quien se lo señala por tener vínculos e influencia en el Cabildo.
Sobre él dijo que es “alguien a quien he conocido como una persona honorable” y que espera “que se demuestre su inocencia durante el proceso”.
Tras cuatro días de hermetismo, Rodas señaló de manera escueta que el procesado no es funcionario de la Municipalidad, pero que le ha brindado colaboración. “Es alguien que ha colaborado desde el inicio de nuestro proyecto y sus criterios estratégicos, tanto en el campo político como jurídico, siempre han sido valorados”, dijo en una rueda de prensa donde no permitió pregunta y leyó su declaración en un papel.
Dijo que de “manera maliciosa”, el Gobierno Nacional vinculó ese proceso tributario con el contrato Metro de Quito. Añadió que la contratación se manejó de manera transparente, con vigilancia de cuatro organismos multilaterales. “Estamos frente a una cortina de humo, un elemento distractor en el actual proceso electoral”.
Con información de El Telégrafo