Casi 3 millones de trabajadores despedidos solicitaron beneficios de desempleo en Estados Unidos la semana pasada debido a que el brote viral obligó a más empresas a recortar empleos a pesar de que la mayoría de los estados han comenzado a permitir que algunas empresas vuelvan a abrir.
El Político
Estas cifras hacen que los Estados Unidos lleguen a los 36 millones de personas han buscado ayuda por desempleo en solo dos meses desde que el coronavirus obligó por primera vez a las empresas a cerrar y reducir su fuerza laboral, dijo el jueves el gobierno .
En total, las cifras apuntan a un mercado laboral atrapado por su peor crisis en décadas y una economía que se está hundiendo en una profunda recesión.
El ritmo de las nuevas solicitudes de ayuda ha disminuido en las últimas semanas, pero sigue siendo cuatro veces el récord que prevaleció antes de que el coronavirus golpeara con fuerza en marzo.
Las oleadas de recortes de empleos han aumentado la preocupación de que la ayuda gubernamental adicional, además de los casi $ 3 billones ya asignados, sea necesaria para sostener la economía.
Sin otro paquete de ayuda, muchos economistas temen que miles de pequeñas empresas quiebren, dejando a millones de desempleados sin trabajo al que regresar.
Y los gobiernos estatales y locales, que enfrentan enormes déficits de ingresos, podrían verse obligados a despedir a millones de trabajadores más y reducir los servicios.
Propuestas
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hizo hincapié esta semana en que el Congreso debería considerar proporcionar dinero de rescate adicional para evitar prolongar una catástrofe económica.
Los republicanos en el Congreso están encerrados en un enfrentamiento con los demócratas, que han propuesto billones más de ayuda. Los líderes republicanos dicen que quieren ver primero cómo los paquetes de rescate anteriores afectan la economía y han expresado escepticismo sobre la aprobación de mucho más gasto ahora. Ese sentimiento ha alarmado a algunos economistas.
"Realmente no hay ninguna señal de que el mercado laboral esté tocando fondo todavía", dijo Daniel Zhao, economista senior de Glassdoor, el sitio web profesional.
La administración Trump insiste en que a medida que los estados vuelvan a abrir, más estadounidenses comprarán, cenarán y reanudarán otras actividades, estimulando así la economía.
Pero los primeros datos sugieren que el temor a contraer el virus, incluso más que las órdenes de cierre, puede estar perjudicando la economía.
Sin medidas de salud pública más fuertes, como pruebas generalizadas o una vacuna, los economistas dicen que ese temor deprimirá el crecimiento incluso a medida que más estados reabran sus economías.
Con información de Diario Las Américas