Al menos 63 milicianos aliados del régimen sirio murieron en cinco explosiones ocurridas en las últimas 24 horas en los barrios orientales retomados recientemente por el Gobierno sirio en Alepo (norte), informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La mayoría murieron al estallar bombas trampa en una escuela ubicada en el barrio de Al Sukari que las facciones insurgentes empleaban como sede.
Según el Observatorio, que no ofrece cifras exactas del número de fallecidos en este incidente, los milicianos entraron en la escuela para saquearla y fueron sorprendidos por una serie de explosiones de minas, que mataron a la gran mayoría de ellos.
El resto de las víctimas mortales, de las cuales tampoco ofrece muchos detalles, se produjeron cuando los milicianos intentaban robar viviendas alrededor de la escuela y en otros lugares de los distritos de Al Sukari y Al Ansari, dos de los barrios orientales que se encontraban en manos de los insurgentes.
Asimismo, el Observatorio indicó que cinco de ellos perecieron durante la jornada de ayer cuando intentaban desactivar bombas.
Sin embargo, hasta el momento ninguna fuente oficial ha confirmado esta cifra difundida por el Observatorio.
Según la ONG, los milicianos entraron en las casas de los evacuados haciendo caso omiso de las advertencias de Rusia y del grupo chií libanés Hizbulá sobre la existencia de artefactos explosivos en la zona.
Entretanto, las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad continúan limpiando de artefactos y minas las áreas que estaban en poder de los rebeldes.
De acuerdo con datos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), unas 35.000 personas abandonaron los barrios sitiados del este de Alepo desde el inicio el pasado día 15 de diciembre de la operación de evacuación, que concluyó esta semana.
Con información de EFE