Los ajustados resultados de las elecciones en el Estado de México entre el oficialismo y la izquierda dirigida por Andrés Manuel López Obrador anticipan una disputa en tribunales y en las calles, similar a lo que vivió el país en los comicios presidenciales de 2006.
Según el escrutinio del 43,5 % de los votos que se lleva hasta el momento, el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno del Estado de México, Alfredo del Mazo, acumula el 31,97 % de los sufragios frente al 31,94 % de la candidata del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Delfina Gómez.
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El escrutinio comenzó con un resultado a favor de Gómez, pero con el paso de las horas la diferencia se acortó y ahora del Mazo lleva la delantera por escasos votos.
Ya un recuento rápido realizado a partir de una muestra representativa de 1.347 centros de votación ponía al frente a candidato del PRI con una margen de dos puntos porcentuales.
López Obrador dijo que el conteo rápido "no corresponde con la realidad" y aseguró que, de acuerdo con las actas de votación, Gómez es la ganadora de la contienda.
Señaló que defenderá el voto "acta por acta, casilla por casilla", el lema que utilizó hasta el cansancio tras las elecciones presidenciales de 2006, en las que perdió frente a Felipe Calderón, candidato del conservador Partido Acción Nacional (PAN), por un 0,62 % de los votos.
"No vamos a claudicar, tenemos que defender la democracia", indicó en un vídeo publicado en las redes sociales, en el que aseguró que la lucha será pacífica.
El dirigente político lamentó el miedo, las trampas y la intervención del Gobierno federal en esta elección, tanto de los miembros del gabinete como de sus recursos, para apoyar al candidato oficialista. "Una elección amañada", denunció.
Morena denunció una campaña masiva de compra y coacción del voto, amenazas telefónicas, así como la práctica conocida como el "acarreo", a través de la cual los votantes son llevados en camiones y taxis hasta las casillas electorales.
En tanto, el PAN reportó graves irregularidades en la contienda, que van desde el uso de recursos públicos y federales para dar dádivas hasta la intervención de las instituciones públicas para calumniar a su candidata, Josefina Vázquez Mota.
La ex candidata presidencial en 2012, a la que los resultados preliminares ubican en cuarta posición con el 11,16 % de los sufragios, es la única que ha reconocido que las tendencias no le favorecen.
"No hubo árbitro electoral ni autoridades imparciales", aseguró en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada por el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y en la que anunció que en los próximos días evaluará cómo responderá al resultado en base a las posibilidades que la ley le otorga.
El Instituto Nacional Electoral (INE) también reconoció hoy la existencia de casi un millar de incidentes, entre ellos propaganda partidaria dentro o fuera de las mesas, ausencia prolongada de un funcionario de casilla y casos de algunos electores que sufragaron sin aparecer en el listado.
La jornada previa de las elecciones estuvo marcada por la desaparición de dos representantes de Morena en el Estado de México, así como por la presencia de cabezas de cerdos, papelería electoral falsa y coronas funerarias en sedes políticas y domicilios de representantes de casillas.
Pese a los llamados del órgano electoral a los candidatos a esperar los resultados oficiales preliminares, Del Mazo se declaró vencedor de la contienda a partir de encuestas de salida en momentos en que apenas empezaba el escrutinio de los votos, por lo que fue tildado de "irresponsable".
Las elecciones en el Estado de México, el más poblado del país y con el mayor número de votantes -11,3 millones- centraron la atención de la jornada, ya que representan una prueba para la hegemonía del PRI tras casi nueve décadas en el poder y un barómetro de las presidenciales de 2018.
Además del Estado de México, hoy se eligieron gobernador, congreso local y ayuntamientos en los estados de Coahuila y de Nayarit, mientras que en Veracruz se renovaron las alcaldías.
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Con el 8,7 % de los votos contabilizados, el candidato del PRI al gobierno de Coahuila, Miguel Riquelme, acumula el 37,13 %, mientras que el aspirante del PAN-PRD, Guillermo Anaya, logra el 37,55 %, un escenario muy similar al del Estado de México.
En el occidental estado de Nayarit, el candidato de la alianza del PAN-PRD, Antonio Echevarría, acumula el 40,58 % frente a un 27,81 % del aspirante del PRI, Humberto Cota, de acuerdo con el escrutinio del 8,31 %.
EFE