La crisis en la frontera sur de EE.UU sigue siendo motivo de alarma en todo el territorio nacional. El descontrol y fácil acceso que la administración demócrata ha implementado aumenta cada vez más la seguridad e integridad de los ciudadanos americanos.
El Político
Los agentes fronterizos de Estados Unidos están enfrentando una crisis sin precedentes mientras miles de personas se infiltran ilegalmente en el país a diario. Dicho departamento, en varias oportunidades, ha denunciado el descontrol que diariamente se vive en la frontera.
Según fuentes, los delincuentes violentos y las posibles amenazas terroristas no están siendo debidamente identificados debido a la falta de tiempo para examinar a cada individuo de manera efectiva.
La situación se agrava por la falta de cooperación de gobiernos extranjeros desorganizados y la deficiente gestión de registros. Esto ha permitido que individuos peligrosos, como un asesino colombiano, un terrorista somalí y un afgano en la lista de vigilancia terrorista, entren y circulen libremente en el país.
Los agentes describen la operación como una "captura y liberación", donde autobuses llenos de personas son procesados rápidamente sin obtener suficiente información sobre ellos. Además, la rotación de detenidos en menos de 72 horas dificulta los controles exhaustivos.
La falta de intercambio de información con otros países también es un obstáculo. La tecnología y las prácticas policiales en la mayoría de los países están rezagadas, lo que dificulta la identificación de antecedentes de los detenidos.
Los agentes fronterizos han reportado que 180.000 y 300.000 migrantes han sido capturados cruzando ilegalmente la frontera suroeste de Estados Unidos cada mes desde julio de 2023. Los agentes de la Patrulla Fronteriza enfrentan una tarea abrumadora al procesar a todos estos individuos en un tiempo limitado.