Rusia quiere ver a los estadounidenses “hacerse trizas” mientras el país se encamina a las elecciones, advirtió el lunes un oficial del FBI.
El Político
David Porter, jefe de sección asistente del Grupo de Trabajo sobre Influencia Extranjera del FBI, acusó a Rusia de llevar a cabo operaciones descaradas para propagar desinformación, explotar divisiones en la sociedad y sembrar dudas sobre la integridad de las elecciones en Estados Unidos, así como en la capacidad de sus líderes para gobernar eficazmente.
Porter habló en una conferencia de seguridad electoral en el Capitolio pocos días después de que surgieran versiones contradictorias sobre una sesión a puertas cerradas que funcionarios de inteligencia dieron a legisladores acerca de amenazas de Rusia y otras naciones para las elecciones de 2020.
Esa sesión se centró en la posibilidad de que Rusia pudiera trabajar para ayudar a la reelección del presidente Donald Trump. Su oponente demócrata Bernie Sanders ha dicho que funcionarios de inteligencia le dijeron que Moscú pretendía impulsar su candidatura también.
Porter no habló de la sesión informativa o de si Rusia tenía preferencia por un candidato en particular. Pero dijo que el Kremlin estaba involucrado en una “confrontación de información” dirigida a borrar la línea entre hechos y ficción, socavar la confianza del país en las instituciones democráticas y expandir las divisiones de la sociedad.
“El objetivo principal no es crear una versión particular de la verdad, sino enturbiar la verdad y socavar nuestra capacidad para encontrarla, creando un sentimiento de que no se puede confiar en ninguna fuente de noticias”, señaló Porter.
El FBI formó el Grupo de Trabajo sobre Influencia Extranjera después de la interferencia generalizada de Moscú en la campaña presidencial de 2016. En un principio se pretendía que ese grupo especializado se enfocara primordialmente en Rusia, pero también se encarga de contrarrestar los intentos de influenciar _incluyendo el hackeo y métodos más encubiertos_ implementados por adversarios, entre ellos China, Corea del Norte e Irán.
Las autoridades estadounidenses consideran que el gobierno chino es una amenaza agresiva, en especial en lo que respecta al espionaje y al robo de propiedad intelectual, pero Porter dijo que el objetivo de Beijing no es tanto sembrar un caos generalizado en Estados Unidos, sino más bien promover y desarrollar su propio prestigio económico en el mundo.
“Para expresarlo sencillamente, en este espacio, Rusia desea vernos hacernos trizas entre nosotros, mientras que China parece preferir nuestro declive económico gradual a lo largo de las generaciones”, afirmó Porter.
Los funcionarios de inteligencia no han efectuado comentarios públicamente sobre la sesión del 13 de febrero con integrantes de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Un funcionario de inteligencia indicó que a los legisladores no se les dijo que Rusia estaba trabajando directamente para ayudar a Trump, pero otras personas al tanto de la reunión dijeron que se les informó que el Kremlin intentaba ayudar a la candidatura del mandatario. Las personas hablaron a condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre la sesión secreta.
Carrie Cordero, exabogada de seguridad nacional del Departamento de Justicia, lamentó la falta de información pública sobre la sesión y los datos de inteligencia subyacentes, especialmente luego de que un informe reciente de la Comisión de Inteligencia del Senado culpó al gobierno de Barack Obama de no ser lo suficientemente transparente sobre la interferencia rusa previa a los comicios de 2016.
Dijo que los reportes noticiosos no son claros sobre cuál fue el mensaje exacto que se le comunicó a la comisión.
“Lo que yo he estado alentando realmente es que el gobierno sea más comunicativo sobre la información que muestre mejor las amenazas electorales actuales”, afirmó Cordero.
Fuente: AP News